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Miles de ciudadanos protestan contra la intervención en Libia

Los asistentes a la marcha de Madrid exigen la retirada del Ejército español en la operación de la OTAN. Advierten de que Rodríguez Zapatero es el 'responsable directo' de las consecuencias que pueda deparar esta a

IÑIGO ADURIZ

No fue tan masiva como las manifestaciones que, entre 2003 y 2004, recorrieron todas las calles del país en contra de la intervención militar española en Irak. Pero la marcha contra la operación en Libia logró que el clamor popular del ¡No a la guerra! regresara, durante dos horas, al centro de Madrid.

Organizaciones políticas como Izquierda Unida, Izquierda Anticapitalista o el Partido Comunista, así como más de una decena de organizaciones sociales, marcharon en contra de la operación bélica de varios países, entre ellos España, en Libia.

A la manifestación acudieron bastantes más personas de las que esperaban los organizadores. Más de 10.000, cuantificaron ellos. Lo cierto es que cuando la cabecera de la marcha estaba ya en la Puerta del Sol de la capital, donde finalizaba el recorrido previsto, la cola seguía en la intersección de las calles Alcalá y Gran Vía.

¡No a la guerra!' fue, en efecto, el lema más coreado por los asistentes. La misma proclama que hace ocho años gritaron en la calle millones de españoles que no compartían la decisión del Gobierno de José María Aznar de participar militarmente en la guerra de Irak. También se escucharon otros. Algunos, como ¡OTAN no, bases fuera!, son ya una tradición en las protestas de la izquierda española. Otros se ajustaron a la causa. ¡No es una guerra, es un genocidio!, o ¡No más sangre por petróleo!, se escucharon durante todo el recorrido.

Los asistentes creen que la acción militar es 'una agresión contra los pueblos'

Los participantes no comparten el convencimiento del Gobierno de que la intervención en la guerra libia va a favorecer a los derechos humanos de los ciudadanos que están siendo masacrados por su presidente, Muamar Gadafi, desde que a principios de año surgiera el movimiento popular contrario a su régimen. Según explicó desde la primera fila el actor Alberto San Juan, Estados Unidos, que está al frente de la operación, 'no tiene credibilidad en la defensa de los derechos humanos'.

Tras la pancarta también se situaba otro actor, Willie Toledo, así como el portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares; el secretario general de IU Madrid, Gregorio Gordo; el portavoz de Izquierda Anticapitalista, Raúl Camargo, y el presidente de la organización pacifista Paz Ahora, Julio Rodríguez Bueno.

Al igual que su colega de profesión, Toledo afirmó que detrás de la intervención militar en Libia hay 'intereses estratégicos' porque, añadió, los recursos energéticos del país norteafricano constituyen 'un pastel bastante jugoso' para los países occidentales. El actor restó credibilidad a las informaciones que apuntan a que Gadafi perpetra ataques indiscriminados contra su población. 'No hay una sola evidencia de los ataques, no hay pruebas al respecto', insistió. No obstante, quiso dejar claro que ninguno de los asistentes a la marcha apoya la dictadura de Gadafi.

Llamazares, que el pasado martes pronunció en el Congreso todo un alegato en contra de la participación española en Libia y cuyo partido, IU, fue junto con el BNG el único que se opuso al envío de efectivos, recalcó que la operación cuenta con un respaldo 'parcial', ya que 'en estos momentos la Unión Africana está totalmente en contra y la Liga Árabe está dividida'. Por todo ello, recalcó, es una 'intervención discutida que no pretende objetivos humanitarios'.

'No echo de menos a nadie', recalca Willie Toledo sobre los artistas presentes

Más contundente, el portavoz anticapitalista Raúl Camargo calificó la operación de 'guerra imperialista' que no persigue objetivos humanitarios porque, realmente, lo que buscan los países occidentales en Libia es 'un acceso fácil al petróleo'.

La salida de la marcha fue accidentada, ya que la Policía no cortó un tramo de la calle Alcalá por el que tenía previsto transcurrir la manifestación, lo que provocó las protestas de los asistentes, que incluso llegaron a enfrentarse con algún que otro empujón con los agentes.

Pero una vez solventado el problema, los asistentes no tardaron en asimilar el clímax de la protesta. Entremezclados con banderas republicanas y comunistas y portando con ellos numerosos carteles en contra de la OTAN y a favor de las revueltas que están teniendo lugar en muchos países árabes, no dejaron de gritar sus lemas.

Hasta que llegaron a la Puerta del Sol, donde otro actor, Juan Diego Botto, leyó el manifiesto aprobado por los convocantes con la ayuda de una activista pro derechos humanos marroquí. En el texto, los asistentes reconocen que 'Gadafi no se rinde', ya que 'sus fuerzas leales siguen matando al pueblo libio'.

'Las fuerzas leales a Gadafi siguen matando al pueblo libio'

Pero arremeten contra 'la reaccionaria coalición de fuerzas imperialistas encabezadas por la OTAN que ataca militarmente Libia, con el pretexto de defender a la población civil'. Porque consideran que así esos países, entre los que está España, inician 'una agresión más contra los pueblos', como anteriormente ocurrió en 'los Balcanes, Irak o Afganistán, brutalmente agredidos con el mismo pretexto falaz'.

En su opinión, aprobando la acción militar, 'el imperialismo pone una vez más de manifiesto que poco le importa si las resoluciones de la ONU son justas o no', porque 'sólo defienden intereses económicos'. Esa afirmación la demuestran, añadieron, 'los vetos a resoluciones vigentes de la ONU, a favor de los pueblos de Palestina y Sáhara'.

Por todo ello exigieron 'la retirada inmediata de la OTAN y de los gobiernos europeos al frente de la operación y la no intervención del ejército español'. Además, consideraron que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha avalado 'una agresión de cuyas futuras consecuencias será responsable directo'.

Como viene siendo habitual, la convocatoria estuvo secundada por numerosas personalidades de la cultura y de las letras. Además de los ya mencionados, también se dejaron ver por la protesta el poeta Marcos Ana, el director teatral Juan Margallo, el escritor Isaac Rosa o el cantante Germán Coppini que, al finalizar el acto, emocionó a todos los asistentes entonando una canción antibelicista. La escritora Rosa Règas, que se encontraba en Barcelona en otra protesta en apoyo al juez Baltasar Garzón, envió una carta de solidaridad.

'No echo de menos a nadie', recalcó Willie Toledo tras ser preguntado por la ausencia de numerosos artistas que sí gritaron el ¡No a la guerra! en 2003, pero que ahora respaldan la guerra Libia. 

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