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Miles de personas se manifiestan contra la impunidad en Barcelona a raíz de Ciutat Morta

La repercusión del documental, que cuestiona la versión oficial del caso 4-F, consigue concentrar a unas 5.000 personas "contra la impunidad, el racismo y los abusos de poder"

Miles de personas han desafiado esta tarde al frío y a la lluvia y se han manifestado por el centro de Barcelona para denunciar lo que consideran un "montaje judicial, político y policial" del caso 4-F, del que hoy se cumplen nueve años. EFE/Toni Garriga

ESPERANZA ESCRIBANO

BARCELONA.- Se cumplen nueve años de la fatídica noche del 4 de febrero de 2006, cuando tras el desalojo de un teatro okupado en el centro de Barcelona, empezó el via crucis para un guardia urbano herido y cinco condenados que durante todos estos años han defendido su inocencia. El documental Ciutat Morta, que ha conmocionado a la sociedad catalana, ha conseguido sacar a la calle a cientos de personas para protestar "contra todas las ciudades muertas".

A las siete de la tarde y a pesar de la lluvia que caía sobre la ciudad, varios grupos de personas se concentraban ya en Plaza Universidad. Las amigas de Patricia Heras montaban una peluquería improvisada y se rapaban la cabeza en forma de tablero de ajedrez, el peinado que lucía Heras el día de su detención.

Bajo el lema "no es una manzana, es toda la cesta", la manifestación ha recorrido las calles de Barcelona de forma pacífica hasta Plaza Sant Jaume, donde se encuentran el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat. "Patricia Heras, ni olvido ni perdón", ha sido uno de los gritos más coreados de la tarde, acompañado de otros como "la solidaridad es nuestra arma".

"Durante cinco años sólo pude abrazar a mi hijo una vez al mes. Y me juré a mí misma que nunca lo olvidaría", ha manifestado la madre de Heras

Minutos antes de la salida de la manifestación, Mariana Huidobro, madre de Rodrigo Lanza, uno de los condenados en el 4-F, lanzaba un emotivo discurso. "Durante cinco años sólo pude abrazar a mi hijo una vez al mes y pude ver el terror incrustado en sus ojos", contaba. "Me juré a mí misma que nunca lo olvidaría", ha comentado estremecida para añadir después: "me siento orgullosa porque no nos han separado".

Huidobro no ha querido olvidarse de otros casos parecidos al del 4-F, como el de Esther Quintana, Juan Andrés Benítez, las anarquistas de la Operación Pandora, los condenados por los altercados de Can Vies o el de Alfon, presente en la manifestación. Su discurso estaba también cargado de rabia contra instituciones como la policía o el poder judicial: "nos encarcelan como si nuestras vidas no tuvieran valor, para ellos no la tienen". En ese sentido, ha insistido en el valor de la solidaridad y ha cerrado su discurso homenajeando "a todas las que sufren los montajes".

"Es una mani de manis", recordaba Silvia Villullas, amiga de Heras. Se mostraba optimista con la gran asistencia a la protesta y hacía hincapié en el cambio de mentalidad: "están saliendo ahora muchos casos de injusticias como el 4-F que se están afrontando con mucha energía". Respecto a las sentencias como las de Can Vies, Villullas considera que, a pesar de todo, "se está empezando a poner en cuestión la veracidad de las versiones policiales.

Ha insistido en que el de Ciutat Morta "no es un caso aislado" y apuntaba a que la sociedad vive ahora "en un Estado policial". La reapertura del caso le importa poco, pero sí recalca que "la toma de conciencia" después de la conmoción que ha supuesto el conocimiento del 4-F, "es impresionante".

Ayer, el Ayuntamiento de Barcelona otrogaba el Premio Ciudad de Barcelona al documental, un hecho que ha sorprendido a las afectadas. Villullas ha confesado que le ha extrañado, pero se alegra de que el consistorio sufra "un principio de úlcera". "Demuestra que hemos llegado lejos, que les pica, que algunas personas se empiezan a cuestionar cosas", ha agregado después.

"Tenemos que buscar mini-infiernos para nuestros enemigos y mini-paraísos para nuestras amigas", decía una de las amigas de Heras

En ese mismo sentido opinaba Jaume Asens, abogado de la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona : "cada vez se cuestiona más la versión oficial del poder". Asens ha afirmado que la justicia no es igual para todos y lo ha ejemplificado con la contradicción que para él representa el caso de Esperanza Aguirre: "la absolvieron porque su palabra valía más que la de los agentes, en cambio en el 4-F o Can Vies, la policial ha sido la única versión que han utilizado los jueces para dictar condenas".

Para el abogado, a pesar de las injusticias "algo está cambiando". Observa que desde el 11M, "donde se nos quiso mentir", se ha desarrollado una "conciencia cada vez más crítica". Así, desde 2006 hasta ahora, Asens estima que la sociedad "está cada vez más organizada", lo que evalúa como una buena noticia y el mejor garante de la democracia.

A la manifestación también acudían otras caras conocidas como Ada Colau, líder de Guanyem. Uno de los momentos cumbres se ha vivido en Via Laietana, cuando el colectivo Reflectantes, que se dedica al activismo a través del arte, ha pegado una pancarta con el rostro de Heras en el cine que se ocupó en 2013 y donde se proyectó por primera vez Ciutat Morta.

La concentración ha terminado en Plaza Sant Jaume entre aplausos y temas de Cindy Lauper, la cantante a la que Heras emulaba. La encargada de cerrar el acto ha sido Diana Junyent, otra de las amigas de Heras. Recapitulando los nueve años de lucha, ha insistido en la búsqueda de venganza. "Tenemos que buscar mini-infiernos para nuestros enemigos y mini-paraísos para nuestras amigas", decía en un tono festivo para volverse más seria después y transformar el deseo de venganza en el de "retribución y sanación".

Expresaba de esa manera su deseo por recuperar la justicia que un día las abandonó y sanear el sistema que las olvidó. Para terminar, ha pedido un minuto de ruido, porque el silencio "nos separa". Mientras la plaza ensordecía a gritos, las pocas luces que quedaban encendidas dentro del edificio del Ayuntamiento, se apagaban. Después, el tema "por el aguante" de Calle 13, ponía el broche a una manifestación multitudinaria.

El documental, que describe uno de los casos de corrupción política, judicial y policial más graves de Barcelona, ataca al corazón del sistema y concluye con la idea de que el caso 4-F es más una normalidad que una excepción. Los acusados fueron condenados a distintas penas de prisión en 2008.

Una de ellas era Patricia Heras, que siempre defendió que nunca estuvo en la fiesta y cuya detención se realizó en el Hospital del Mar, donde había acudido tras caerse de una bicicleta con un amigo, Alfredo Pestenas. Él también fue condenado, aunque recibió el indulto justo antes de tener que ingresar en la cárcel. En abril de 2011, durante un permiso penitenciario, Heras se suicidó. Ciutat Morta y la concentración de hoy son también un homenaje a su memoria.

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