Este artículo se publicó hace 14 años.
Las minorías denuncian los pactos tácitos PP-PSOE
Los nacionalistas los acusan de blindar el "modelo de Estado"
"En esta legislatura hemos intentado hacer algo de forma permanente desde el principio: no excluir a nadie de la posibilidad de acuerdo. Esto, en principio, debería estar bien visto por todo el mundo, porque todos recordamos épocas pasadas donde una mayoría absoluta iba de rodillo y no había diálogo con nadie", introduce el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina.
PSOE y PP rechazan que la suma de sus fuerzas 322 diputados en un Congreso con 350 escaños actúe como un freno para cualquier otro grupo. Desde el inicio de la legislatura, los socialistas, que renunciaron a establecer pactos inamovibles, han regateado a izquierda y derecha para sacar adelante su trabajo. Y lo han conseguido sin grandes sobresaltos. Aliándose también con el PP cuando lo han considerado necesario.
"En las cosas muy serias, convienen mayorías amplias", justifica el PSOE
"Se ha acabado el todos contra el PP de hace unos años explica José Luis Ayllón, número dos del Grupo Popular y todos miramos la letra pequeña de cada iniciativa, antes que el membrete que identifica al partido que la presenta". Ahora bien, "para el PSOE, donde esté pactar con cualquier minoritario, que se quite el PP", observa Ayllón.
Los dos partidos mayoritarios enmarcan en la más absoluta normalidad sus coincidencias en el Parlamento, en una etapa en el Congreso presidida por la buena relación personal que los dos partidos reconocen entre las direcciones de sus grupos. "En este lugar se habla todos los días, en voz alta y en voz baja, y el que no esté dispuesto a hacer acuerdos no tiene que ser parlamentario", enfatiza el secretario general del Grupo Popular. Ayllón sí advierte de que el PSOE, en ocasiones "antes de ser derrotado, se suma al voto de la mayoría", extremo que niega Madina: "Eso pasó a la historia; si lo hicimos alguna vez, que no lo sé, porque no estaba en la dirección va a cumplir un año en el cargo ya no lo hacemos".
"En el ámbito de las cosas muy serias reforma electoral, Código Penal... conviene trenzar amplias mayorías", defiende el responsable socialista para justificar algunas sintonías de voto con el PP. El resto del arco parlamentario realiza un análisis diferente.
"Quien no quiera acordar, que no sea parlamentario", enfatiza el PP
"Aquí, en lo que ellos llaman temas de Estado, de modelo de Estado, coinciden a la hora de defender siempre el mismo cuando hay cualquier mínimo contencioso que afecta a las comunidades autónomas", explica el diputado de CiU Pere Macias, en un enfoque compartido por el resto de fuerzas nacionalistas.
¿Implican las alianzas ocasionales entre el PSOE y el PP un recorte de derechos? "Desde un punto de vista autonómico, sí; no siempre se permite avanzar o resolver problemas", se queja Macias.
"Las cosas de comer""El PSOE y el PP demuestran que con las cosas de comer no se juega y cuando se habla de modelo de Estado o autonómico siempre acaban poniéndose de acuerdo", coincide el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao.
"No sé si llamarlo pacto de hierro para mantener la dialéctica bipartidista", señala desde IU Gaspar Llamazares. "En lo que afecta a intereses económicos o de poder y al reparto de la influencia electoral o mediática, su política es compartida", explica. "No es ya que el PSOE y el PP nos sirvan a los demás partidos platos que han precocinado, es que nos ofrecen directamente lentejas, si las quieres, las comes, y si no... Ya se sabe, nos ponen siempre ante lo inevitable, sin una disyuntiva, como por ejemplo, al elegir un camino para salir de la crisis", concluye el portavoz de IU.
Este menú impuesto alimenta también las críticas del BNG. "No nos oponemos a que haya diálogo entre los dos partidos mayoritarios, pero sí a la actitud que tienen en ocasiones de pactar grandes temas y servirlos precocinados al resto de grupos a la espera de apoyos. Diálogo sí, pero no recalentado", denuncia Francisco Jorquera, la voz de los nacionalistas gallegos en el Congreso. "Me hace gracia por eso la propensión del PSOE a hablar de pinzas cada vez que la izquierda coincide con el PP en el Parlamento, cuando vemos su inclinación a pactar los grandes temas con los conservadores", argumenta Jorquera antes de aplicar el término "involución" a los efectos que, a su juicio, ocasiona el consenso de los dos partidos mayoritarios en temas clave.
"Son como Visa y MasterCard, puede gustar más una o la otra, pero son lo mismo", resume gráficamente Rosa Díez, la portavoz de UPyD, que tiene claro su veredicto: "Dan la impresión de estar en las antípodas, pero mantienen un pacto férreo para sostener su establishment.
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