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Montilla visita hoy a Zapatero en busca de gestos

El president espera buen tono con el Estatut pero no promesas concretas

FERRAN CASAS

José Montilla no espera para hoy mucho más que buenas palabras. El president de la Generalitat se entrevista esta mañana por quinta vez desde que lo es con su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Moncloa. Y como recordó una y otra vez el viernes en el Parlament, 'el momento es grave'. El Tribunal Constitucional ha recortado o interpretado a la baja partes esenciales del Estatut y ahora se trata, como recordaba la Generalitat, de 'rehacer' el pacto que en 2006 permitió aprobarlo en las Cortes y en referéndum.

La empresa es ambiciosa y Montilla no espera resultados tangibles a corto plazo pese a que la cercanía de las elecciones catalanas y las nefastas expectativas del Tripartito en conjunto y del PSC en particular les hacen desear un gesto creíble y contundente antes de someterse a las urnas. Y las tensas relaciones entre el socialismo español y el catalán también lo agradecerían.

Zapatero afirmó la semana pasada en el debate del estado de la nación en el Congreso que está dispuesto a, desde el acatamiento de la sentencia y el respeto a la Constitución, hacer lo necesario para desplegar el Estatut en toda su potencialidad y a usar la 'vía legislativa' para hacer realidad algunos asuntos, como el Consejo de Justicia de Catalunya, que el TC no ha permitido incluir en el Estatut.

Para ello será necesario hincarle el diente a la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se hará pero, según todas las fuentes, hoy no se concretará ni el cuándo ni el cómo.

Montilla se sentará en la sala de audiencias de Moncloa con un activo en un bolsillo y un pasivo en el otro. La baza será la indignación de una gran mayoría de catalanes con el fallo del TC, que se evidenció en las calles de Barcelona el 10 de julio. En la multitudinaria manifestación se puso de manifiesto hasta qué punto la dificultad de acomodar las aspiraciones catalanas en España aboca cada día a más ciudadanos a la vía independentista.

El lastre es el fracaso de ayer de los partidos catalanes en Madrid, incapaces, por hipotecas partidarias o cálculo electoral, de trasladar al Congreso la unidad del Parlament con una resolución del Estatut. Fuentes de Presidència afirmaban que Montilla estaba 'muy decepcionado' con CiU, ERC e ICV por no haber votado la moción socialista, 'la única con visos de prosperar'. Ayer el vicepresident Josep-Lluís Carod-Rovira, de ERC, quitó hierro al tema y, sobre la cumbre, aventuró que no cree que salga 'una hoja de ruta' que dé lugar a 'soluciones milagrosas'.

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