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La mujer del presunto asesino de Mari Luz ingresa en un psiquiátrico

Para cumplir una condena de 15 meses de internamiento como cómplice de los abusos sexuales que su esposo cometía sobre su hija

AGENCIAS

La mujer del presunto asesino de Mari Luz Cortés, que quedó en libertad pero con cargos por su presunta implicación en este suceso, ha sido trasladada a Sevilla para ingresar en un psiquiátrico y cumplir su condena como cómplice de los abusos sexuales que su esposo cometía sobre su hija de 5 años.

Fuentes judiciales han explicado hoy a los periodistas que, tras quedar en libertad con cargos por el 'homicidio involuntario' de Mari Luz Cortés, la acusada, I.G.R., ha sido trasladada a Sevilla por la Policía. La mujer, al igual que su esposo, S.V.G., estaba en paradero desconocido desde febrero de 2006, cuando el Juzgado Penal 1 de Sevilla les citó para ingresar en prisión, en el caso del hombre, y para cumplir 15 meses de internamiento en un centro psiquiátrico para ella.

I.G.R. fue condenada como cómplice de los abusos que su esposo cometía sobre su hija, pues los conocía 'e incluso en ocasiones los presenciaba directamente y, a pesar de la oposición que mantenía la menor, que manifestaba a su padre que le dolía y que la dejara, la acusada nunca hizo nada para impedirlos', según el fallo judicial.

Padece depresión con rasgos paranoides 

El juez aplicó a I.G.R., ahora de 45 años, la eximente incompleta de alteración psíquica, pues tenía una minusvalía del 65 por ciento, y padecía una sintomatología depresivo-ansiosa y una personalidad de rasgos paranoides.

Su coeficiente intelectual era de 47, lo que equivale a un retraso mental de moderado a leve y ello hace que 'sus limitaciones intelectuales afectan a la eficacia de su juicio moral, aunque no lo llegan a anular', según la sentencia.

Por ello, el juez le impuso 15 meses de internamiento en centro adecuado a su enfermedad, así como la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad sobre sus dos hijos -ahora de 15 y 9 años- durante 6 años. Junto a ello, el juez condenó a S.V.G. a 21 meses y 15 días de prisión por un delito continuado de abusos sexuales y otro año por falsificar un parte médico con los abusos supuestamente sufridos por su hija por parte del profesor de gimnasia de su colegio.

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