Este artículo se publicó hace 12 años.
El norte de Europa quiere evitar el rescate de España
El primer ministro finlandés visita a Rajoy con un mensaje de apoyo a sus reformas. Recomienda que cada país resuelva "sus propios problemas"
Tras el despliegue efectuado el pasado jueves en La Moncloa para escenificar el apoyo del Gobierno alemán a las reformas y recortes emprendidos por el español, el presidente Mariano Rajoy ha querido dar un paso más allá y representar también el respaldo del ala dura de la zona euro a través del país más reacio a que España -y los países del sur de Europa, en general- reciba cualquier tipo de ayuda financiera: Finlandia, el único país de la eurozona que mantiene la triple A, la máxima calificación crediticia, y que se puede permitir garantizar un empleo a sus jóvenes por ley.
El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, ha almorzado hoy en La Moncloa con el jefe del Ejecutivo español, y ha mostrado su apoyo a las medidas anticrisis del Gobierno, aunque sin traicionar su estricto discurso con los países con dificultades: lo mejor es que no haya que pedir ningún tipo de rescate, así que los países con dificultades deben arreglar "sus propios problemas" con reformas estructurales y "métodos que eviten los paquetes de ayudas".
Katainen, líder de la conservadora Coalición Nacional, ha recordado que en Finlandia (5,5 millones de habitantes), hay mucha gente que considera "injusto" tener que dar ayuda a otros países si ellos y su país "han respetado la normas". El Gobierno de Helsinki sometió al parlamento la posibilidad de dar el rescate de 100.000 millones a los bancos españoles, que fue aprobado el pasado mes de julio con 109 votos a favor y 73 en contra.
En un evidente esfuerzo por evitar dar su opinión sobre si España debe o no de pedir el rescate y asumir nuevas condiciones ("Son sólo ayudas"), Katainen quiso dejar claro que lo importante está en que el país "se comprometa a dirigir su economía por el buen camino", esto es, la reducción del déficit público y el crecimiento económico. "Por mucho que trabajes en un presupuesto -razonó el primer ministro finlandés-, éste no servirá para nada si no hay competitividad", e insistió en que hay que emprender reformas laborales o sociales, que, si bien son "difíciles de asimilar y fáciles de criticar, hay que hacerlas" para resolver los problemas.
Intereses "injustos"Con todo, el primer ministro Katainen confirmó lo que había dicho por la mañana en un desayuno: los intereses que paga España por su deuda son "injustos" y no se corresponden con las reformas que está haciendo el Gobierno de Rajoy.
El presidente Rajoy se presentó ante su colega europeo con el paquete de recortes emprendidos y el compromiso de que se cumplirá el objetivo de reducción del déficit "en 2012, 2013 y 2014". Sobre si se pedirá o no el rescate para que el BCE compre deuda, ninguna novedad: el jefe del Ejecutivo dijo exactamente lo mismo que en su entrevista de ayer lunes en TVE, esto es, que se está estudiando y no se ha tomado ninguna decisión.
Rajoy no quiso entrar en diferencias peyorativas sobre los países del sur y los del norte de la UE, que considera un "absurdo". En esta línea, recordó que, hace cinco años, España tenía superávit y una deuda pública muy inferior a la de la media de los países de la UE. "Hay finlandeses serios y competentes, que trabajan mucho, y hay españoles serios competentes, que trabajan mucho también. Como alemanes o italianos, porque en todas partes hay de todo", concluyó.
A la pregunta de un periodista finlandés sobre críticas de España a Finlandia, Rajoy ha asegurado que no le consta que los españoles se hayan quejado por la insolidaridad de su país, porque sería "injusto" hacerlo cuando Helsinki nos ha respaldado en la concesión del rescate financiero, aunque no mencionó las duras condiciones que éste conlleva para nuestro país.
El presidente celebró el apoyo de Finlandia a sus recortes y reformas, así como la apuesta de este país y España "por más UE; por más unión bancaria, económica y fiscal". Sobre las reformas que vienen, Rajoy sólo adelantó que modificará la ley que fija el impuesto de plusvalías para que el gravamen de las obtenidas el primer año sea igual al IRPF. Las posteriores a ese plazo mantendrán el tipo que recoge la actual ley.
El presidente del Gobierno anunció asimismo que habrá una reforma de la ley educativa para resolver las carencias españolas que hoy plantea la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe sobre este ámbito y que sitúa a España a la cabeza de los países de la OCDE con más jóvenes que ni estudian ni trabajan. Un guiño directo a su invitado finlandés, que esta mañana, en el desayuno del Forum Europa, alertó sobre los recortes que afectan a la preparación de los jóvenes y que derivan en "generaciones perdidas".
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