El juicio por las presuntas injurias vertidas contra el presidente andaluz, Manuel Chaves, a quien hoy hace seis años acusó El Mundo en falso de haber ordenado el espionaje del entonces presidente de Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, deparó ayer dos nuevas sorpresas. La primera, la confirmación de que las dos copias del vídeo que esgrimió El Mundo para sustentar su noticia fueron robadas en 2005 de la caja fuerte del juzgado, y no sólo una como se creía hasta ayer.

La segunda, la imprevista audición de una cinta cuyo sonido extrajo la Policía de los vídeos antes del robo y cuyo contenido, poco verosímil incluso para los profanos en análisis acústico, cuestiona que los acusados se creyeran lo que en ella se decía. En el banquillo se sientan Benjumea, dos periodistas de El Mundo y Joaquín Corpas, el investigador privado que grabó el vídeo y que ya ha declarado que era un montaje.

Se opusieron a la audición

Cuando el casete arrancó, se oyó en la sala lo mismo que en 2003 ya hizo concluir a la Audiencia Provincial la inexistencia de espionaje. En la cinta, a cuya audición se opusieron sin éxito los letrados de Benjumea y El Mundo, hablan Corpas y, al parecer, el falso espía Antonio Castellano, que supuestamente incriminó a Chaves y a otros miembros del PSOE.

Se les entiende mejor de lo que dijeron los peritos, aunque con dificultad, ruido y cortes. Pero el sonido sucio se vuelve nítido cuando llegan las inculpaciones: exactamente, como si la cinta fuera un puzle de grabaciones realizadas en distintos momentos y escenarios.

'Entre Pino, Pizarro y Chaves [los tres, del PSOE] me ordenaron seguir a Benjumea', se oye recitar a alguien que luego repite dos veces la secuencia de nombres. Al final, los interlocutores se despiden así: 'Me alegro de verte otra vez'.

El robo coincidió con el varapalo de la Audiencia

En su informe final, el abogado de Chaves, Alfonso Martínez del Hoyo, aportó dos datos concatenados: el robo de los dos vídeos guardados en la caja fuerte del juzgado número 1 de Sevilla se denunció el 27 de julio de 2005; y un día antes, la Audiencia de Sevilla había dictado un auto que apuntaba a Benjumea como urdidor de una 'confabulación' contra Chaves y reprochaba al periódico El Mundo que, sin adoptar las cautelas informativas de rigor, publicara una noticia gravemente lesiva para Chaves y otros tres militantes socialistas pese a que 'los hechos no fueran ciertos'. La cinta oída ayer, que no constaba originalmente como prueba, fue devuelta por la Policía al juzgado una vez finalizado el análisis pericial, pero el secretario del juzgado olvidó consignar la devolución. Las acusaciones creen que ese olvido la libró del robo. El juicio, salvo nueva sorpresa, acabará hoy.