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Nuevo traspié del Papa antes de llegar a Reino Unido

El cardenal Walter Kasper se cae de la visita tras compararlo con 'un país del Tercer Mundo'

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Si algo no necesitaba Benedicto XVI en la víspera de aterrizar en Reino Unido eran declaraciones de su entorno que cuestionasen la forma de vida de los británicos. Eso fue precisamente lo que ocurrió ayer, cuando se difundieron estas inoportunas afirmaciones del cardenal alemán Walter Kasper a la revista Focus: 'Cuando llegas al aeropuerto de Heathrow, a veces piensas que estás en un país del Tercer Mundo'.

Kasper lo dijo en presumible referencia al origen multirracial de buena parte de la población británica. Aunque no fuera esa la idea del cardenal, es una frase que se suele utilizar con intenciones racistas.

Ayer se supo que Kasper, de 77 años, cuyo trabajo en el Vaticano es paradojicamente promover la unidad de los cristianos en todo el mundo, no acompañará al Papa en la visita, como estaba previsto. La Iglesia alega que 'ha estado enfermo varios días'.

Esta ha sido sólo la última polémica previa a la visita del Papa a Gran Bretaña, que empieza hoy. El mensaje que traiga se verá ensombrecido por el escándalo mundial de la pederastia en la Iglesia y, aún más, por la lenta reacción de la jerarquía católica.

Más de la mitad de los sacerdotes encarcelados por abusos de menores en Inglaterra y Gales aún no han sido expulsados de la Iglesia, e incluso algunos continúan recibiendo ayuda financiera, según un reportaje emitido ayer en televisión por Channel 4.

Así, al menos 14 de los 22 religiosos que han pasado como mínimo un año en prisión aún ejercen el sacerdocio. Uno de ellos apareció en el programa televisivo. John Coughlan, que estuvo en la cárcel en 2005, ya no celebra misa, pero vive en una propiedad eclesiástica. Afirma que se encuentra 'en un limbo'. La Iglesia dice que estudia la expulsión del sacerdocio de seis de ellos. En tres casos, se ha rechazado esa opción y en otro aún no se ha iniciado el proceso.

Los obispos católicos ingleses manifestaron a principios de 2010 su dolor y vergüenza por los casos de pederastia y pidieron perdón a las víctimas. La información de Channel 4 cuestiona la rapidez de la Iglesia en castigar a aquellos que trajeron esa vergüenza.

Con este panorama, el Papa inicia hoy su visita en Escocia, que fue durante muchos años la reserva espiritual de los católicos británicos. Durante siglos, los católicos tuvieron prohibido el acceso a un alto número de cargos y funciones públicas en Londres, y fue en Escocia donde se refugió la fe católica a la espera de tiempos mejores.

La reina Isabel II recibirá al pontífice en el Palacio de Holyrood. Después, Benedicto XVI se desplazará a Glasgow para celebrar una misa al aire libre, cuyo sermón se espera con interés.

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