“Un juez con ese historial no debe seguir ejerciendo”. Así de rotundo se ha mostrado el padre de Mari Luz, Juan José Cortés, tras trascender públicamente que el juez Rafael Tirado ya se salvó en una ocasión de una pena mayor por arrollar, cuando conducía borracho, a un motorista parado en un semáforo en rojo de una céntrica avenida de Sevilla en 1996.

Tal y como desveló Público, el magistrado aceptó que le retiraran el carné durante seis meses tras alcanzar un acuerdo con la víctima. El fiscal pidió dos años de retirada de carné por un presunto delito contra la seguridad del tráfico, que finalmente quedó en una simple falta por conducción temeraria. “De esa manera pudo eludir la retirada de la carrera judicial porque un juez no puede tener una causa penal”, afirma el padre de Mari Luz. “Siempre he pensado que este juez debería ser retirado de la carrera y lo sigo manteniendo. Ya se le ha avisado bastantes veces”, sentencia.

Cortés desconocía, además, que Tirado tuvo que pagar una multa de 5.000 pesetas por insultar a los policías que le practicaron la prueba de alcoholemia: “Es algo inadmisible en un juez. Pone de manifiesto su calidad como persona, y como magistrado. Un juez, antes de ser juez, tiene que ser persona y tener un mínimo de dignidad profesional”.

Estas declaraciones se suman a las anteriormente realizadas por Cortés sobre el recurso de la Fiscalía contra la decisión del Consejo General del Poder Judicial de multar con 1.500 euros a Tirado por no ejecutar la sentencia contra Santiago del Valle, el presunto asesino de la niña. La Fiscalía pide la suspensión por tres años, algo que no convence a Cortés: “No son dos años de dejación solamente, sino toda su vida, toda su carrera”.

El padre de Mari Luz tiene previsto reunirse el próximo martes con Zapatero para entregarle las firmas a favor de la cadena perpetua para pederastas. El lunes, la mujer de Del Valle, Isabel García, declarará en la Audiencia de Huelva.