Los padres de Marta piden 50 años y 5 meses para el asesino confeso

La familia de Marta del Castillo ha solicitado 50 años y 5 meses de cárcel para el principal sospechoso de su muerte, Miguel Carcaño, de 20 años en la actualidad y ex pareja de la chica.

La acusación particular ejercida por los padres de la joven sevillana de 17 años solicita para el autor confeso del crimen 20 años de cárcel por asesinato y 15 por cada uno de los dos delitos de violación que se le imputan, uno como autor y otro como cooperador necesario de El Cuco, de 16 años, que también la violó, según el escrito de acusación. Los otros cinco meses son por profanación de cadáveres.

Para Samuel Benítez, de 20 años, la familia solicita tres años de prisión por encubrimiento y profanación de cadáveres, al considera que podría haber alterado su ubicación o garantizado su desaparición. Exactamente lo mismo pide para María García, de 32 años, pareja del hermanastro de Carcaño, Javier Delgado, de 41.

La acusación pide para Javier ocho años: cinco por amenazas -a El Cuco- y tres por encubrimiento y profanación. También mantiene la pretensión de acusarlo de otro delito posterior de amenazas (en este caso telefónicas) a una menor de 14 años, novia de Miguel cuando se produjeron los hechos

Las indemnizaciones solicitadas ascienden a 480.000 euros en el caso de Carcaño, y 100.000 euros en cada uno de los demás acusados.

La acusación basa su escrito en la tercera versión del crimen dada por Carcaño, según la cual él mismo y El Cuco violaron y asesinaron a la chica. No obstante, incorpora elementos de la primera versión, la que señala como colaboradores en la desaparición del cadáver a El Cuco y Samuel Benítez. La versión de la acusación se completa con lo explicado al juez por El Cuco, que involucra al hermano de Miguel.

Según el relato entregado al juzgado de instrucción 4 de Sevilla, tanto Miguel como su amigo El Cuco, cuya culpabilidad o inocencia se dirimirá en un juzgado de menores, "se encontraban entre las 20 y las 24 horas del 24 de enero de 2009 en el domicilio del primero de ellos en la calle León XIII de Sevilla, donde habían tomado alguna bebida alcohólica y habían fumado algún cigarrillo de hachís". Ello les provocó "euforia y cierta desinhibición, que no impedía que tuvieran un pleno control de sus actos". Por razones no determinadas, ambos "comenzaron a agredir con golpes, puñetazos y patadas" a Marta del Castillo, que se encontraba "indefensa y confiada en su previa relación de amistad con ambos".

Según el escrito de acusación, "ayudándose mutuamente, los dos chicos la condujeron a la fuerza al dormitorio de Miguel, la amordazaron para ahogar sus gritos, la desnudaron parcialmente y la penetraron vaginalmente, primero uno y luego otro, a la vez que la amedrentaban con un navaja tipo mariposa". "Con el propósito común de matarla para impedir que pudieran ser descubiertos", según la acusación, el menor rodeó el cuello de la víctima con un cable y apretó hasta asfixiarla, tras lo cual, para cerciorarse de que estaba muerta, lo comprobaron colocándole en el brazo un tensiómetro que había en el domicilio, añade el escrito.

La representación legal de la familia señala que los dos jóvenes pidieron entonces ayuda para "limpiar los vestigios que pudieran haber quedado y para deshacerse del cadáver" y llamaron a su amigo Samuel, de 19 años cuando ocurrieron los hechos, y a Francisco Javier, que tenía "gran influencia sobre Miguel por cuanto había asumido desde años atrás funciones de protección y tutela".

La acusación resalta que la ocultación del cadáver, que sigue sin aparecer pese a la exhaustiva búsqueda realizada por las fuerzas de seguridad en diversos emplazamientos, fue "dirigida por Javier, de mucha más edad que los demás, con experiencia en situaciones límites por su condición profesional", pues es vigilante de seguridad.