Pajín dice que la popularidad de Obama también ha bajado

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, atribuyó hoy las encuestas negativas para su partido a que, en una situación de crisis, los ciudadanos son "mucho más exigentes con el Gobierno" y alegó que también Barack Obama ha visto caer su popularidad. También Rubalcaba mencionó esta misma mañana la caída de popularidad de Obama —desde el 70% a menos del 50% de la población— al cabo de un año en la Casa Blanca.

En una entrevista en la Cadena Ser, Pajín concedió que las encuestas "sirven" y que son "un instrumento muy potente" para medir no sólo la intención de voto sino, sobre todo, qué quiere la gente. Así, consideró normal que "una parte importante del electorado socialista" —que según ella "pasa serias dificultades para llegar a fin de mes"— sea "especialmente exigente con quien gobierna".

"Pero eso no quiere decir que el PP haya ganado las elecciones, vamos a esforzarnos para que eso no ocurra". Ese esfuerzo, dijo, pasa por "seguir trabajando para sacar a España de la crisis", lo que "va a ayudar a tejer un panorama más optimista". En eso, destacó, debe concentrarse también el semestre de presidencia española de la UE, en aprovechar esta ocasión para dar respuestas globales a la crisis y a la vez estar cerca de quién lo pasa mal.

Por otro lado, la número tres del PSOE admitió que sonaron exageradas sus palabras acerca de la coincidencia de Obama y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al frente de la UE. Eso sí, en tono distendido, puntualizó que ella nunca habló de "conjunción planetaria", como se ha repetido en los medios, sino de "acontecimiento histórico de este planeta". En el fondo, sigue pensando que hay que aprovechar que por primera vez en muchos años coinciden dos progresistas al frente de la UE y de Estados Unidos.

Pajín no quiso vaticinar qué hará Zapatero en el Desayuno Nacional de Oración al que ha sido invitado en Estados Unidos —"soy muy poco experta en estas materias"— pero explicó que ese evento es ahora más bien un acto de relevancia social y política, de modo que "es importante" que el jefe del Ejecutivo haya sido invitao.