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El Palau tendrá que readmitir a la hija de Millet

El juez considera improcedente su despido del cargo de relaciones internacionales

EFE

El juez ha considerado improcedente el despido de la hija de Fèlix Millet, Clara, de su cargo de relaciones internacionales del Palau de la Música, del que fue apartada por los nuevos gestores de la entidad musical, ya que considera que no tenía ningún conocimiento y complicidad con las irregularidades.

En la sentencia, se condena al Palau de la Música a la readmisión de Clara Millet o bien a abonarle en concepto de indemnización 79.000 euros.

El razonamiento de que al ser hija de Millet se benefició de la actuación irregular de su padre no tiene porque ser así en el ámbito judicial, precisa el juez, que añade que el ex presidente del Palau consiguió engañar a todas las personalidades e instituciones representadas en la Junta Directiva, además de a la sociedad civil catalana, por lo que 'bien podía perfectamente engañar a su hija, ocultándole también a ella su actuación reprobable'.

También argumenta que los actuales responsables del Palau despidieron a Clara Millet a mediados de noviembre del pasado año, cuando al resto de despedidos -Gemma Montull, Rosa Garicano y Elisabet Barberà, lo fueron a finales de septiembre y octubre.

Esta secuencia temporal sólo se explica por el hecho de que los actuales director general, Joan Llinares, y presidenta, Mariona Carulla, del Palau en ningún momento han tenido el convencimiento de que la hija de Fèlix Millet tuviera conocimiento del desfalco, señala.

De hecho, el juez indica que han sido determinantes en este sentido las declaraciones de Llinares y Carulla, que se centraron exclusivamente como único elemento de convicción en el informe pericial de la empresa auditora Deloitte.

El perito de esta empresa, que declaró también como testigo, aseguró que en su auditoría en ningún momento se establece la complicidad de Clara Millet en el desfalco realizado por su padre y su mano derecha, Jordi Montull.

También se ha establecido lo que el juez estima como 'un hecho ciertamente relevante' y es que Clara Millet en septiembre pasado y tras conocerse los hechos cometidos por su padre propuso a Mariona Carulla un acuerdo para cesar de su cargo de directora de internacionalización.

Carulla, sin embargo, le transmitió en ese momento que podía seguir trabajando, que había hecho una buena gestión en el departamento de internacional y que confiaban en ella, una confianza que se quebró al conocer los gastos de su boda en el Palau que su padre facturó a las cuentas del mismo, al igual que dos viajes a la Polinesia y a las islas Maldivas, en los que participó la hija de Millet.

El juez constata que no se ha aportado ninguna prueba del pretendido conocimiento y complicidad de Clara Millet en las irregularidades de las que se le acusa en la carta de despido -boda, viajes y un estudio que al parecer no se realizó-.

No obstante, quiere dejar claro que este hecho no quiere decir que se pueda descartar totalmente su conocimiento del desfalco sino que los actuales gestores del Palau no han aportado las necesarias pruebas para acreditarlo.

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