PCTV-EHAK dejó ayer una puerta abierta a la posibilidad de apoyar la propuesta que lleve el lehendakari al pleno del Parlamento vasco, el último viernes de junio, para convocar una consulta popular el 25 de octubre. La portavoz del partido abertzale en la Cámara, Nekane Erauskin, manifestó que su postura final dependerá de la pregunta que decida plantear Ibarretxe.

Una vez que el lehendakari quemó el martes en la Moncloa su último cartucho para tratar de alcanzar un acuerdo con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en torno a su propuesta, todas las miradas están ahora puestas en PCTV-EHAK. Sus nueve parlamentarios tienen en su mano la posibilidad de acabar, en el último pleno antes del verano, con la hoja de ruta de Ibarretxe o bien darle su apoyo para que siga adelante con su propuesta en un enfrentamiento abierto con el Estado.

Tanto el Gobierno vasco como el PNV trabajan más con la previsión de que PCTV-EHAK rechazará la propuesta del lehendakari. Ayer mismo, el presidente nacionalista, Iñigo Urkullu, consideró poco probable que el tripartito (PNV-EA-EB) pueda contar ese día con los votos de la izquierda abertzale, después de que ETA declarara la iniciativa del lehendakari como propuesta fraude y de las palabras de los líderes de la izquierda radical política. No contamos con el apoyo de nadie a priori, dijo.

Poco después, sin embargo, la portavoz de PCTV-EHAK en el Parlamento dejaba claro que en su grupo no hay nada decidido; es más, según subrayó, no tomarán una postura hasta conocer con mayor concreción la letra de la pregunta que pretende plantear el tripartito en la consulta.

Tendremos que saber qué tipo de pregunta va a hacer y con qué objetivo, respondió, antes de tildar de irresponsabilidad la intención de Ibarretxe de no hacer público su contenido hasta el día del pleno.

Una clave fundamental para que el lehendakari recibiera el apoyo de la izquierda abertzale es que su propuesta le permitiera de nuevo retomar el pulso político, tras quedar fuera de juego a raíz del final de la mesa de Loiola y, sobre todo, del alto el fuego de ETA.

Durante los últimos días, dirigentes abertzales han insistido en el mensaje de que la propuesta realizada por Ibarretxe a Zapatero es un sucedáneo de lo hablado en Loiola. También Nekane Erauskin incidió ayer en esta idea, al asegurar que la iniciativa del lehendakari sólo tiene un barniz abertzale de Loiola y que no vale para solucionar el conflicto. Lo dijo antes de enviar un claro mensaje para Ibarretxe, pero también para Zapatero. No habrá un acuerdo resolutivo si no se tiene en cuenta a la izquierda abertzale, afirmó.

El lehendakari se niega por ahora a adelantar qué pregunta plantearía en la consulta el 25 de octubre. Las únicas pistas están en su ‘hoja de ruta'. La paz y el derecho a decidir son sus objetivos.

Las dos cuestiones: Final dialogado para la paz y derecho a decidir
Los matices marcarán la pregunta, pero sus objetivos son claros. En primer lugar, Ibarretxe pretende que la sociedad se posicione sobre la necesidad de que 'el Gobierno español y ETA inicien un proceso de diálogo para lograr el fin definitivo de la violencia, siempre que ETA manifieste su voluntad inequívoca de abandonar el terrorismo'. El segundo objetivo es que los partidos inicien un 'proceso de negociación' para lograr 'la normalización política sobre el derecho a decidir'.

La convocatoria: Sin pacto con el gobierno, no sería vinculante
'La sociedad vasca tendrá en sus manos la capacidad para enviar a todas las partes el mandato de abrir un proceso de solución', señala Ibarretxe en su propuesta.