Este artículo se publicó hace 14 años.
La pederastia eclesial en España: siete condenados y tres en prisión
Jordi Bes
A lo largo de 2010, la Iglesia española ha conocido al menos tres casos de abusos sexuales. Uno, el del clérigo de San Viator José Ángel Arregui, condenado en Chile por abusos, pero cuyas víctimas podrían estar repartidas por toda España. El segundo, el de un religioso carmelita cuyos hermanos denunciaron a la Guardia Civil después de conocer los presuntos abusos el caso está siendo juzgado en estos momentos a un monaguillo en Burriana (Castellón). El último, cuando el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, puso en la calle a un párroco levantino tras conocer las acusaciones de graves casos de abusos sexuales.
La tónica general parece haber cambiado y, cada vez más, las instituciones eclesiásticas asumen la necesidad de la transparencia y la actuación frente a los abusos a menores. No obstante, en España sólo ha habido hasta el momento siete condenas a sacerdotes por pedofilia, y apenas una docena de denuncias.
¿Convicción u obligación?Hasta el pasado abril, cuando el cardenal Antonio María Rouco Varela después de que el Papa lo hiciera reconoció el "pecado y el delito" de los abusos a menores, la política de la Conferencia Episcopal Española en relación a estos casos era bien distinta.
De hecho, hasta la fecha, sólo tres sacerdotes españoles han cumplido, o cumplen, condena por abusos sexuales. El más conocido de todos ellos es José Domingo Rey Godoy, ex párroco de Peñarroya (Córdoba), que en 2004 fue condenado a 11 años por abusos sexuales a seis niñas. En este caso, el sacerdote tuvo el apoyo incondicional de su obispo, que le mantuvo en su cargo hasta el día que ingresó en prisión.
Otro caso es el de Edelmiro Rial, de la diócesis de Tui-Vigo, quien fue condenado a 15 años por abusar de seis menores, que eran alumnos suyos y además hacían la función de monaguillos en su parroquia. Recurrida la sentencia, el Tribunal Supremo la elevó a 21 años. El último es el de Luis José Beltrán Calvo, ex párroco de Alcalá La Real (Jaén), condenado a ocho años de cárcel por abusos a un monaguillo.
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