Este artículo se publicó hace 15 años.
Pelolargo se escondía en pleno centro de Madrid
La Guardia Civil detiene a Vincenzo D'Avino, destacado jefe de la Camorra.
"¿Tiene fuego?". Cuando el pasado miércoles aquel hombre lo abordó en pleno centro de Madrid, el mafioso supo que su huída de 8 años tocaba a su fin. En un primer momento quiso salir del paso y farfulló en castellano una frase sin sentido: "¿Quiere que se lo dé con la mano derecha o con la izquierda?". Luego, cuando el joven y otras personas que estaban en las proximidades se identificaron como guardias civiles, dijo ser un turista y exhibió dos documentos falsos de identidad italianos.
Aseguró que él no era Vincenzo D'Avino, Pelolargo y Enzoccio, destacado miembro de la Camorra de 57 años al que la Justicia italiana había incluido en la lista de los 100 fugitivos más peligrosos. Finalmente, cuando vio que entre los que le rodeaban había carabinieri, se dejó esposar: "Sabía que me seguíais"
Agentes del Equipo de Huidos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron ayer en la madrileña calle de Fuencarral al considerado por la Policía italiana como uno de los máximos responsables del Clan Giuliano, un grupo mafioso que opera en el barrio napolitano de Forcella. Sobre DAvino pesaba una orden de detención para que cumpla una condena de 12 años y responda por otras 7 acusaciones, todas ellas por narcotráfico. Los Carabinieri le señalan como el responsable de la entrada en Italia de ingentes cantidades de cocaína procedentes de España y Holanda.Su importante papel en el clan estaba reforzado por los lazos familiares que le unían con el máximo jefe, Luigi Giuliano. Su mujer, Luisa M., es prima de la esposa de éste.
Fue, precisamente, tras la detención de Luigi Giuliano, en noviembre de 2001, cuando Pelolargo huyó. La Guardia Civil está convencida de que se refugió en España desde el primer momento.Sin embargo, los Carabinieri no habían detectado su presencia en Madrid hasta hace unos días.
Está acusado de dirigir la entrada de toneladas de cocaína en Italia
Poco después, la Guardia Civil localizaba la vivienda que ocupaba con una mujer en la misma calle donde finalmente fue detenido. Y el miércoles, cuando salía de una cafetería con tienda situada en la misma calle, lo detuvo. "Sabía que me seguíais desde hace un mes", les espetó a los agentes. En realidad, su captura sólo había llevado cuatro días. Tras 8 años de huída, Pelolargo sufría ya manía persecutoria.
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