Vueling tiene mucho potencial, pero hay aspectos que debe solucionar. Éste fue el mensaje que lanzó ayer el presidente de la aerolínea, Josep Piqué, que mostró su intención de reorientar la dirección de la compañía.

Para empezar, no descartó una revisión de tarifas, que consideró que 'están excesivamente bajas en el sector' debido a una 'brutal competencia'. La subida del precio del petróleo hace más 'insostenible' la actual situación.

La aerolínea tiene como prioridad elaborar un plan estratégico 'lo antes posible' que revisará 'los puntos débiles y reforzará los fuertes', según consideró el presidente de Vueling. 'Tenemos un buen producto pero hay que cambiar algunas políticas', dijo Piqué, que presidió ayer la junta extraordinaria de accionistas.

Un plan de expansión en la nevera 

El plan de expansión de la compañía se mantiene congelado. Vueling había anunciado que compraría 40 aviones hasta 2012 y que abriría una nueva base, algo que tendrá que esperar para centrarse en los problemas actuales, según el actual equipo gestor.

Piqué consideró que el valor de la acción está infravalorada. Salió a bolsa a 34 euros la acción y ayer estaba en los 14,35. Aunque reconoció que 'hay dificultades', auguró un 'futuro brillante'. Durante la junta de accionistas admitió que Vueling requiere 'más que nunca, unidad', lejos del conflicto interno que se cerró con su nombramiento. Elogió a los socios fundadores salientes y valoró 'la decidida y renovada apuesta de Inversiones Hemisferios', dueña del 27% de las acciones.