La plantilla afronta un calvario, y con el sueldo en el aire

Los 2.000 trabajadores de Spanair afrontan desde anteayer el calvario que impone el cese de actividad de la compañía. Tendrán que seguir trabajando y, posiblemente, sin cobrar. La aerolínea no está aún en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) pero, previsiblemente, lo presentará mañana, y empezará un proceso de meses.

"Tenemos que seguir aquí, trabajando hasta que nos digan lo contrario", explicó ayer, con resignación, Javier, uno de los trabajadores de atención al público en las ventanillas que Spanair tiene en la T2 de Barajas. Fueron los últimos en enterarse del cese de actividad. "Creo que todo esto ha sido culpa de una mala gestión: la Generalitat quería resultados rápidos y, cuando no los vio, decidió no invertir más", opinó Javier, que asume que tendrá que buscar otro trabajo.

Por su parte, el sindicato de pilotos (Sepla) acusó a la aerolínea de "mala gestión" y a la Generalitat, de "subvenciones erróneas", señaló su presidente, Javier Martínez de Velasco, quien destacó que los empleados son las víctimas.