Pobres de países ricos

Para muchos era la primera vez que salían de sus ciudades, que se montaban en un avión, que dormían en una habitación de hotel o que comían dos platos y postre. Unas 200 personas pobres procedentes de los 27 países de la UE más Noruega participaron la semana pasada en Bruselas en el Noveno encuentro de personas en situación de pobreza. Las jornadas fueron organizadas por la Presidencia española de la UE en colaboración con la Comisión Europea y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN).

Acudieron nómadas irlandeses o madres solteras de Alemania

"Llevo muchos años en el activismo social, soy una excluida del sistema y nunca había oído hablar de estas jornadas. Lo que yo me pregunto es: ¿Sirven para algo?", inquirió el día de la apertura Manuela Pérez, española y discapacitada. Manuela fue una de las personas en riesgo de exclusión social que representó a España junto a otros seis participantes. En el grupo estaban Luis González, pareja de Manuela y también discapacitado; Saida Rami, una mujer inmigrante que sufrió maltrato por su pareja, o Jordi Ibañez, un hombre con VIH por adicción a las drogas y que está en paro. Tanto los españoles como el resto de pobres fueron elegidos por las respectivas delegaciones de EAPN en cada país, siguiendo un criterio de heterogeneidad. En Bruselas se reunieron nómadas irlandeses, madres solteras de Alemania, inmigrantes de Luxemburgo, parados ingleses. Y también personas de muchos países sin aparentes dificultades económicas (Suecia, Dinamarca, Austria) que quisieron dejar claro que en estos lugares también hay gente que no llega a fin de mes.

Los ministros de Empleo y Asuntos Sociales de la UE acordaron en junio pasado reducir en al menos 20 millones el número de ciudadanos europeos en riesgo de pobreza durante la próxima década, dentro de la estrategia económica comunitaria para 2020. El objetivo es menos ambicioso que el que fijó el Tratado de Lisboa para 2010, donde se habló de que para este año la pobreza en Europa iba a estar "erradicada".

Las estadísticas de la UE del año 2008 (el dato más actual) indican que actualmente vive por debajo del umbral de pobreza, con menos del 60 % de la renta nacional media, el 16 %de la población de la UE (casi 80 millones de europeos). Las cifras han empeorado con la crisis. Y los testimonios los pusieron en Bruselas gente como Adelia Fernandes, portuguesa y madre soltera con tres hijos: "Trabajo 18 horas al día en la limpieza. No puedo parar ni un minuto. Gano 426 euros al mes". O Sofie Bay-Petersen, danesa, sin vivienda y que reclama que su país fije un umbral de pobreza. "Si eres pobre, vas a morir antes", resumió Jurgen Weber, alemán, que reclamó una mayor atención sanitaria.

La UE pretende que en 2020 haya 20 millones menos de excluidos

Además de personas que viven en situación de pobreza, a Bruselas también acudieron representantes institucionales. Pero ningún ministro o europarlamentario, algo que ocasionó las críticas de los presentes. La delegación española estuvo representada por miembros del Ministerio de Sanidad y Política Social y del de Igualdad.

Isabel Martínez, secretaria general de Políticas de Igualdad, hizo hincapié en la pobreza femenina ("Salarios más bajos, trabajos no remunerados") y en la infantil.

José Manuel Fresno, presidente del Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato, concluyó por su parte que la lucha contra la pobreza tiene que ser un objetivo "irrenunciable" aún en tiempos de crisis.