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Polémica porel alto número de musulmanes en Catalunya

El PP acusa a CiU de haber priorizado la migración magrebí frente a la latina

DANIEL AYLLÓN

Los 326.697 musulmanes que viven en Catalunya siguen obsesionando al PP, que ayer volvió a cargar contra el colectivo, en plena campaña de las elecciones autonómicas del 28 de noviembre. Su presidenta en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, acusó a Convergència i Unió (CiU) de haber promovido durante los 23 años que estuvo al frente de la Generalitat la llegada de inmigrantes de países islámicos, en lugar de latinos, 'para que no perjudicase su proyecto de construcción nacionalista'.

Que el 29,8% de la población magrebí que hay en España haya elegido Catalunya para residir es, por lo tanto, un activo para la secesión catalana de España, según el PP. 'Si alguien dice esto, es que no sabe lo que se dice', aseguró el portavoz adjunto de CiU en el Parlament, Josep Maria Pelegrí, quien opinó que los conservadores mienten por interés electoral.

En Catalunya vive el 29,8% de los magrebíes que hay en España

Pelegrí recordó que, cuando CiU gobernaba, abrió oficinas de contratación de trabajadores extranjeros en Marruecos, en países de América Latina y de la Europa del Este.

La mayoría de sociólogos y expertos aluden a otros motivos para explicar la concentración de musulmanes. Por ejemplo: el asentamiento de los primeros hace décadas, que atrajo a familiares, del mismo modo que miles de españoles emigraron a Alemania hace décadas al abrigo de algún familiar o amigo asentado en el estado germano.

CiU defiende que abrió oficinas de empleo en África, Europa y América

También es frecuente apelar a la cercanía a Francia: Catalunya ha sido durante décadas lugar de tránsito de cientos de miles de marroquíes y argelinos que acudían a sus países en vacaciones. La teoría de que los bereberes (población con reivindicaciones secesionistas en Marruecos) encuentre más simpatías por Catalunya que por Madrid es, quizá, la más parecida al discurso que Sánzhez-Camacho presentó ayer.

No obstante, la líder conservadora reconoció que la voluntad de adaptarse al país de acogida no depende exclusivamente del colectivo del que proviene cada inmigrante, sino de cada persona, y aseguró que casos de falta de integración 'se dan en todas las comunidades', informa Europa Press.

A pesar de que en Catalunya no hay constancia de que vivan mujeres con burka, Sánchez-Camacho también intentó reavivar el debate que surgió hace cuatro meses, al asegurar que conflictos como el que genera el uso de esta prenda solo se producen con un tipo de inmigración. El 95% de la inmigración musulmana que vive en Catalunya proviene de Marruecos, un país en el que no se utiliza el polémico burka, más frecuente en Afganistán y varios países de Oriente Medio.

Las encuestas de estimación de voto de los partidos señalan que la colonia musulmana muestra más rechazo a la marca PP que, por ejemplo, a la del PSOE. Por otra parte, los latinoamericanos son más cercanos a los conservadores porque encuentran 'más nexos' con la Iglesia católica, reconocen fuentes socialistas.

La propuesta electoral del PP apuesta por un contrato de integración obligatorio para los inmigrantes que recoja sus derechos pero también sus obligaciones, recordó la líder conservadora. Las asociaciones de inmigrantes tachan la iniciativa de 'humillante' pues 'las obligaciones para un ciudadano extranjero son, por ley, las mismas que para un español'.

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