Este artículo se publicó hace 16 años.
La política con sotana no tiene bases
Los movimientos cristianos ajenos a la jerarquía piden contención a los obispos tras su irrupción en la precampaña
El agitar de sotanas que ha puesto rumor de fondo a la campaña electoral suena, en los oídos de los cristianos de base, a eco del “nacional-catolicismo”. “Su apoyo al PP ya es un descaro. Es inaceptable”, afirma Juan Cejudo, portavoz regional de Redes Cristianas, que agrupa a 150 colectivos ajenos a la jerarquía. Quizás su tono hubiera sido aún más categórico de conocer la penúltima diatriba del cardenal arzobispo de Valencia. Agustín García-Casco mostró ayer, en plena vorágine por la irrupción de los obispos andaluces en la campaña, su “espanto” ante “la perspectiva de una sociedad donde todo puede ser legitimado, como el aborto, la guerra, el terrorismo, la infidelidad...”. Su mensaje, que ofrece la posibilidad de una evidente lectura política, abunda en la retórica de la manifestación de Madrid. “En una cultura sin dios no hay nada seguro, todo puede hacerse, no hay bien ni mal”, afirmó.
La mayoría de los creyentes de base consultados por Público, contrarios a posturas como las de García-Gasco, coincide además en la misma apreciación tras leer el manifiesto Orientaciones pastorales de los Obispos de Andalucía sobre las próximas elecciones, que pide a los fieles castigar en las urnas a los partidos que puedan apoyar el aborto, la eutanasia o ciertas políticas educativas.
Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III , fija este sentir colectivo en una frase: “El mensaje de la jerarquía y el del PP coinciden al 110%”. ¿Es una maniobra orquestada? “Es posible”, responde Tamayo. “Lo que está claro es que desde 2004 van juntos, y que la derrota del PP en 2004 supuso el fracaso del proyecto nacional-católico de la Iglesia”.
Evaristo Villar, teólogo del Círculo Juan XXIII, va aún más lejos. No tiene dudas de que “se trata de una estrategia muy pensada, que tiene al Papa Benedicto XVI al frente y cuyo objetivo es recuperar poder en toda Europa”. “Lo que pasa es que en España los obispos son más papistas que el Papa, que es más moderado cuando critica al Gobierno”, explica.
La postura de la Asamblea de los Obispos del Sur (Odisur) tras el comunicado es una réplica, a escala regional, de la mantenida por el episcopado español tras la manifestación de Madrid. Los prelados, afirman, no se referían a nadie en concreto. Quienes quieran ver coincidencias con el discurso del PP (que alcanzan, incluso, el ámbito del análisis de la situación económica) son libres para hacerlo. “Nosotros nos limitamos a dirigirnos a las personas de buena voluntad con motivo de las elecciones”, afirma una fuente de Odisur. El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, añade: “No hay nada nuevo en este manifesto”.
Otra parte de la Iglesia
Cada vez más voces muestran inquietud ante la posibilidad de que la población haga una asimiliación simplista: Iglesia igual a derecha. “Hay mucho malestar”, afirma Diego López, ex portavoz en Andalucía de Redes Cristianas. “Me duele que se diga que la familia está perseguida. Yo no lo estoy”.
López comparte con la mayoría de los cristianos consultados una preocupación terminológica. No es que no se considere “cristiano de base”, como la prensa suele hacer referencia a los creyentes que viven su fe alejados de los postulados de la jerarquía, sino que teme que el episcopado patrimonialice la palabra “Iglesia”. “Yo estoy en la obligación de decir que soy Iglesia. Yo creo en Jesús de Nazaret y es a él al que sigo”. Su colectivo se llama, precisamente, Somos Iglesia.
Otro flanco de acción cristiana donde ha prendido la irritación tras el manifiesto de Odisur es el vinculado al voluntariado. Sevilla Acoge, por ejemplo, nació como movimiento confesional, y pese a que hoy no lo es, aún tiene a su frente a un respetado religioso, Esteban Tabares. “La mayoría de los movimientos de ayuda a los pobres proviene de este ámbito”, afirma. Juan Cejudo, portavoz de Redes Cristianas, asegura que el enfado en estos círculos es “muy considerable”.
Homenaje en Osuna
Estos movimientos tendrán, en breve, una oportunidad de reforzar su cohesión y hacerse oír. Grupos de base y ONG preparan, para el 10 de marzo en Osuna (Sevilla), un homenaje al sacerdote Diamantino García, de cuya muerte se cumplen 13 años. El compromiso con los pobres de García, que presidió la ONG Asociación Pro Derechos Humanos, lo convirtió en un personaje emblemático de la izquierda andaluza, que aún hoy lo recuerda. El homenaje podría constituir la modesta réplica de la Iglesia de base al manifiesto de Odisur. No está prevista, en principio, la asistencia de altos responsables de la curia, ni en persona ni por videoconferencia.
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