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El PP no sabe, no contesta

Mariano Rajoy evita pronunciarse sobre las principales cuestiones de actualidad. En el partido aseguran que se trata de una estrategia estudiada para que sea el Gobierno el que marque postura

YOLANDA GONZÁLEZ

'Ni sí, ni no, ni blanco ni negro. En eso está ahora el jefe', resume un veterano diputado del PP. El 'jefe' es Mariano Rajoy, líder de los conservadores, y el 'ni sí, ni no, ni blanco ni negro' la forma en la que está haciendo frente a los principales debates que se le plantean.

En todos los ámbitos, puertas adentro y puertas afuera de su partido, el presidente de los conservadores apuesta por no mojarse. Traducido a términos de encuesta, se ha apuntado al 'no sabe, no contesta'. Que toca opinar sobre las propuestas de sanciones a Cobo y Costa, él responde con un 'a unos les parecerá dura y a otros les parecerá blanda'. Que se le pide opinión sobre los almacenes nucleares, zanja la cuestión apuntando a que debe ser el Gobierno, y no él, el que se pronuncie sobre la materia.

Si hay algo en lo que coinciden todas las fuentes del partido consultadas sobre esta postura de Rajoy es en que se trata de algo perfectamente calculado. Incluso destacan que, en ocasiones, como ha ocurrido con el tema de la cadena perpetua, es el PP el que 'conscientemente' abre el debate para luego no hacer ningún tipo de propuesta concreta.

'Tenemos posición clara'

En el entorno del jefe de la oposición recalcan que el partido 'tiene una posición clara en todo, no hay un solo tema en el que nos falte criterio'. Pero que no van a cometer el error de adelantar su postura en temas en los que, como oposición, no tienen capacidad de decisión. 'Que las tome el Gobierno y luego hablamos, que cada palo aguante su vela. No vamos a entrar a todos los trapos', añade un diputado.

'Rajoy tiene mil defectos. Pero maneja muy bien los tiempos y sabe que ahora toca moverse en la indefinición y eso es justamente lo que está haciendo. Pero no lo hacemos sólo nosotros. Es lo que toca en un determinado momento a la oposición', apunta un dirigente regional.

Algunos diputados alertan del peligro de dar una imagen de falta de alternativa

Otro añade que 'ahora que el partido va bien en las encuestas y los socialistas están en caída libre es un buen momento para decirle a Zapatero: Tú gobiernas, mójate tú'.

Pero pese a que nadie duda de que la imprecisión de Rajoy en sus actuaciones y manifestaciones es pura estrategia, esta actitud, mantienen en el partido, también tiene sus riesgos. ¿El principal? 'Dar la impresión de que somos una formación política incapaz de presentar una alternativa a los ciudadanos y que se esconde en debates populistas', responde una diputada conservadora.

Otro de los riesgos para el líder del PP es que vuelva a escena el enésimo debate sobre su capacidad de liderazgo. 'Desde que Mariano Rajoy se hizo con las riendas del partido hay un sector del PP que está convencido de que las cosas no nos irán del todo bien hasta que haya un líder que llame a las cosas por su nombre', apunta un diputado. La misma fuente precisa que el principal problema de Rajoy es que no sepa frenar a tiempo esta nueva estrategia

En materia nuclear y de agua, el PP culpa al Gobierno de sus «tensiones»

'Estamos todavía muy lejos de las elecciones, por eso no nos conviene pillarnos mucho las manos, es mejor que en los temas de calado se queme el Gobierno. Pero llegará un momento en el que tendremos que llamar a las cosas por su nombre, porque el electorado va a demandarlo', reconoce un parlamentario.

A continuación, se repasan los asuntos clave que ponen de manifiesto esta actitud del presidente del PP.

Concretamente, ayer, desde Badajoz, el líder del PP acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no tener 'coraje' para decidir la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC). Y de ser el culpable de que alrededor de este tema se hayan generado 'tensiones ridículas'. Unas tensiones que, por cierto, habitan dentro de su propio partido y que tienen un rostro protagonista: el de su número dos, María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP, también líder de los conservadores castellanomanchegos, primero se opuso a la ubicación del silo en su comunidad argumentando que la región ya había sido 'solidaria' en esta materia. Después, optó por la indefinición ocultando su postura.

Más allá de estas críticas al Gobierno, Rajoy ha decidido no tomar partido. Quienes en el PP le defienden mantienen que 'no hace falta que se pronuncie a favor cuando todo el mundo sabe que el PP apuesta por este tipo de energía'.

'No vamos a entrar a todos los trapos', reconoce un diputado

Pero también hay quien cree que la actuación de Cospedal ha sido un 'fallo gordo' que ahora Rajoy no se atreve a enmendar. 'Mariano no va a rectificar a su secretaria general. Primero, porque la ha escogido él. Y segundo, porque tiene muchas opciones de ganar en Castilla-La Mancha', explica un senador.

Independientemente del origen de esta indefinición, hay en el PP quien apunta que 'esto no hubiese pasado con Aznar'. 'El ex presidente hacía un gesto y no le tosía nadie. La estructura de partido con Aznar era más vertical. El que marcaba las pautas era él', añade un dirigente.

El partido no apuesta ahora por suprimir Educación para la Ciudadanía

La negativa inicial del ayuntamiento conservador de Torrejón (Madrid) a empadronar a los inmigrantes en situación irregular también ha puesto en evidencia la ausencia de una postura clara del PP.

Mientras la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, consideraban legal la actitud del consistorio, Rajoy se aferraba a que la ley 'está para cumplirla'. Y a que, más allá del padrón, la prioridad pasaba por poner 'orden y control' en la inmigración. Se trataba de una pista del documento sobre esta materia que el partido presentó el pasado lunes. En éste, no se menciona el polémico tema del padrón. Sí se apuesta por la prohibición de las regularizaciones masivas y un control más estricto de las fronteras.

Hace una semana, coincidiendo con el aniversario de la desa-parición de la joven Marta del Castillo, el vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas, sorprendía al partido apostando por abrir un debate sobre la posibilidad de implantar la cadena perpetua. 'En el grupo parlamentario no se ha planteado ni dentro de la reforma del Código Penal', asegura un diputado.

Un día después, el pasado lunes, Cospedal daba la razón a la anterior declaración aclarando que su partido sólo pretendía abrir el debate. Pero de iniciativas parlamentarias, nada. Y, el jueves, Rajoy ponía el broche de oro a la confusión asegurando, en una entrevista en Telecinco, que su partido va a presentar una iniciativa encaminada a la implantación de la cadena perpetua 'revisable'. Sobre el sentido de la misma, ni una palabra.

El líder del PP, Mariano Rajoy, inauguró 2010 fotografiándose en la cola del paro para una entrevista, concedida al diario El Mundo, en la que se mostraba partidario del abaratamiento del despido. Pero nada más. Cuando se le demandó una propuesta 'concreta' sobre este tema, tiró de argumentario para desviar el tiro al Gobierno: 'A mí no me corresponde en este momento como líder de la oposición hacer una propuesta concreta sobre un asunto que debe ser objeto de negociación en el marco del diálogo social'.

Al anuncio del Gobierno de reformar las pensiones y aumentar la edad de jubilación, Rajoy se refirió ayer en un acto de partido en Badajoz, donde acusó a Zapatero de hacer mucha demagogia y no consultar con nadie. Un día antes había esquivado a los periodistas en un desayuno informativo para no tener que pronunciarse sobre el tema.

Un sector del partido cree que en este punto de gran calado social Mariano Rajoy se equivoca: 'La sociedad quiere escuchar a la alternativa en temas tan delicados como este. Y Rajoy puede perder la oportunidad de demostrar que es un líder capaz. No puede confiar en ganar las elecciones 'haga lo que haga'.

La postura del partido en esta cuestión es similar a la del ATC. Rajoy, que siempre ha defendido la conveniencia de llevar agua de donde sobre a donde haga falta, asiste como espectador a una pelea entre sus dirigentes regionales. De un lado, el murciano Ramón Luis Valcárcel y el valenciano, Francisco Camps, que se niegan a que la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha contemple recortes al trasvase Tajo-Segura, agua de la que se benefician sus comunidades. De otro, María Dolores de Cospedal que, en calidad de líder del PP de Castilla-La Mancha, no está dispuesta a que la comunidad que aspira a gobernar no tenga capacidad de decisión sobre sus recursos.

¿Cuál ha sido la respuesta que ha dado Rajoy a esta crisis? La de culpar de nuevo a la 'falta de decisiones del Gobierno'. Para la dirección nacional del PP, si Zapatero no hubiese derogado el Plan Hidrológico Nacional (PHN) no existirían estos choques entre comunidades.

Uno de los grandes caballos de batalla del PP en materia educativa ha venido marcado por su oposición a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, materia a la que el partido considera una herramienta de adoctrinamiento socialista. Hasta hace un par de semanas, el PP parecía dispuesto a llevar a cabo su promesa de suprimirla en el momento en el que llegara al Gobierno. Pero sólo hasta hace un par de semanas.

El lunes 18 de enero, Rajoy presentaba sus bases para un modelo educativo con la apuesta de eliminar la asignatura en Primaria y mantenerla en Secundaria siempre que aborde los 'valores y principios de la Constitución'.

El bandazo de los conservadores se produce un año después de que el Supremo concluyese que no cabe la objeción de conciencia a la asignatura.

Ante las críticas que el partido recibió desde diferentes sectores por su cambio de postura respecto a esta asignatura, un día después del anuncio Cospedal intentó vender que siempre han opinado lo mismo: 'No hemos dicho que la aceptemos como está. Hemos propuesto una alternativa'.

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