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El president se esfuma mientras su equipo dice que "sigue trabajando"

La última aparición pública de Camps fue el jueves, en un pleno de Les Corts. Hace una semana que no convoca ningún acto

BELÉN TOLEDO

La vida política valenciana está huérfana de president. El encargado de ejercer esta responsabilidad, Francisco Camps, lleva una semana sin hacer una sola convocatoria pública. Sólo se expuso ante los flashes de los fotógrafos -que no ante los micrófonos de los periodistas- el pasado jueves, en un pleno de Les Corts. Pero no hubo un aviso previo de su asistencia ni accedió a hablar con la prensa: a paso rápido, fue el primero en abandonar el hemiciclo segundos después de que acabara la sesión.

La consellera portavoz de su Gobierno, la exdirectora de Canal 9 Lola Johnson, fue la encargada de responder a una lluvia de preguntas sobre la posibilidad, descartada tajantemente por el PP regional y calificada como una decisión 'personal' por la cúpula nacional, de que Camps esté pensando en dimitir.

Johnson se limitó a decir que el president 'sigue trabajando' y que retomará su agenda pública 'en los próximos días'.

La ausencia ha sido la respuesta del president a una de sus semanas más complicadas. Camps está acusado de recibir varios miles de euros en trajes de la trama corrupta en el llamado caso de los trajes. El pasado martes, el juez instructor de la causa reunió a todas las partes personadas y a varios de los principales testigos. Era el paso previo marcado por la ley antes de abrir o no juicio. Durante los tres días siguientes, la clase política valenciana contuvo el aliento, a la espera de la decisión del magistrado. El viernes, el juez anunció que había indicios suficientes de que el president había cometido cohecho y anunció que se sentará en el banquillo.

Ante este vendaval, la estrategia de Camps ha sido la de esconderse. A principios de la semana pasada, emprendió su enésimo viaje a Bruselas. El martes volvió, y desde entonces no ha habido ni una sola convocatoria. Tampoco una respuesta contundente por parte del PP. Durante los dos años que dura ya el caso Gürtel, han sido varias las ocasiones en las que un contratiempo judicial era contestado por un gran acto de apoyo a Camps, convocado con cualquier excusa. Esta vez, el presidente se ha conformado con las palmadas en la espalda que le dedicaron muchos de sus diputados el pasado jueves.

Durante el fin de semana, la única noticia que trascendió sobre el president Camps, a través del diario ABC, fue que la noche del viernes, el día en que supo que iba a ser juzgado, salió a cenar con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el magnate de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone. Mientras, el PP regional intentó aparentar normalidad. El partido emitió las notas habituales sobre temas varios -críticas al Gobierno socialista a cuenta de la agricultura y comentarios sobre la complicada situación interna del PSOE valenciano-, pero evitó las comparecencias ante la prensa.

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