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La presidenta acorrala a Gallardón con la ley de Cajas

"Vivimos en una guerra permanente", admiten en el ayuntamiento

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La presidenta de la Comunidad de Madrid no abandona su batalla por controlar Caja Madrid. Máxime si ello supone un pulso de poder con el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón. Con las enmiendas presentadas por la Comunidad a la Ley de Acompañamiento, "muy técnicas", según el equipo de Aguirre, el Consistorio madrileño pierde peso en los órganos de Gobierno de Caja Madrid. Así, establece un límite máximo del 30% de consejeros frente al 70% actual.

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En el Ayuntamiento de la capital, la noticia cayó como un jarro de agua fría. Y fue Manuel Cobo, el vicealcalde, el primero en reaccionar. Para la mano derecha de Ruiz-Gallardón, esta medida supone una "discriminación" para los ciudadanos de la capital.

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Sostiene Cobo que esta cifra, la del 30%, está desfasada y no atiende ni a criterios de población ni al de la cantidad de dinero que los ciudadanos de la capital tienen depositado en la caja. "Por tanto, entendemos que hay una discriminación objetivamente, sin ninguna otra carga política, a los ciudadanos que viven en Madrid, y esperamos que [la reforma] sea explicada y muy bien en los próximos días, porque los madrileños de la ciudad no lo van a entender", concluyó.

Fuentes del Ayuntamiento añadieron que la noticia de no podía, sin embargo, interpretarse como una batalla más de Aguirre contra Ruiz-Gallardón. "Vivimos en una guerra permanente", aseguraban.

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Mientras, desde la Comunidad no entendían las quejas de Manuel Cobo. Explicaban que la rebaja del porcentaje se debía a la necesidad de que todos los madrileños estuviesen mejor representados, no sólo los de la capital. Aseguraban, además, que se trata de una medida nada inédita. "Se practica también en comunidades nada sospechosas como Catalunya o Andalucía", añadía un portavoz de Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid volvía a insistir en estos argumentos después de reunirse con el presidente del Gobierno en Moncloa para hablar de financiación.

Aguirre también sale ganando en la composición de Cibeles, la nueva corporación de Caja Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha conseguido que Blesa acepte que el ex ministro de Aznar Ángel Acebes y varios ex consejeros de su entorno entren a formar parte del consejo de administración. Carmen Cavero, cuñada de Ignacio González, número dos de Aguirre, también integra el citado órgano. Todo un guiño de la lideresa al sector duro del PP, que en la pasada legislatura tuvo en Acebes a uno de sus principales exponentes, y también a su más estrecho colaborador en la Comunidad.

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La continuidad de Blesa al frente de la caja, queda en manos de la Asamblea de Madrid. Mientras que en el Ayuntamiento consideran esta medida como un intento de poner las cosas difíciles a Blesa, en el entorno de Aguirre quitan hierro al asunto y aseguran que se trata simplemente de que el mismo órgano que le propuso vuelva a respaldarle.

Los de Gallardón van más allá y ven en Aguirre una intención de retar a la dirección nacional del partido. En este sentido, recuerdan que Rajoy y Cospedal dieron la consigna de respaldar a Blesa. Con esta actitud, creen que se debilita la imagen del partido. "Parece que el PP nacional y el PP de Madrid no miran en la misma dirección", señalan.

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De hecho, en la última asamblea de Caja Madrid, Cobo dijo hablar en nombre de la dirección del PP, lo que provocó que los afines a Aguirre interviniesen indignados. Luego, en los pasillos, casi llegan a las manos.

 

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