El ex jefe de División de Impacto y Análisis Ambiental del Ayuntamiento de Madrid Victoriano Ceballos declaró ayer ante el juez Santiago Torres que recibió ocho o 10 gratificaciones de la arquitecta técnica Pilar García Uceda por los proyectos puntuales que realizó para conseguir licencias municipales.

Según fuentes presentes en la declaración, el principial imputado en el caso Guateque justificó esta actividad explicando que, con el tiempo que se requiere para tramitar licencias, cuando los proyectos llegaran al Área de Medio Ambiente, él ya estaría jubilado, por lo que no había ninguna incompatibilidad.

Sin embargo, su superior, el también imputado, Joaquín Fernández de Castro, aseguró ante el magistrado que de haber conocido esta práctica habría procedido a expedientar y cesar a Ceballos.

El magistrado preguntó al presunto cabecilla de la trama de irregularidades en la concesión de licencias en Madrid sobre tres o cuatro expedientes concretos, en los que el imputado negó que existiera cualquier problema.

Mientras esperaba su turno para comparecer por cuarta vez en el Juzgado de Instrucción número 32, Ceballos negó a los periodistas haber cobrado un duro por realizar informes o acelerar expedientes. Añadió que se daba preferencia a los que 'políticamente se mandaba adelantar', lo que dijo que veía 'lógico', porque 'el político está para defender los intereses de los que le votan'.

Durante todo el día de ayer comparecieron ante el juez Torres una quincena de imputados, algunos ya veteranos en este tipo de comparecencias, como Ceballos y Fernández de Castro, y otros que decían no saber ni por qué les habían llamado, como José Fernando Hurtado, que explicó que solicitó una licencia en mayo de 2006 para un pub de 60 metros en Ciudad Lineal y todavía no le ha sido concedida. Por el proyecto pagó 1.102 euros.

Por su parte, la declaración del ex técnico de la Concejalía de Medio Ambiente Miguel Ángel García Jodar, que también comparecerá el 29 de septiembre, en relación con el caso Becara, se centró en un bar de la calle Lagasca en Madrid, denunciado por una ex concursante de Gran Hermano Aída Nizar, informa Europa Press.