Este artículo se publicó hace 14 años.
De procesión por orden judicial
Un juez prolonga la estancia de un niño con su padre divorciado para que salga en una procesión
La Madrugá, en Sevilla, es sagrada. El juez de Familia de Sevilla Francisco Serrano ha ordenado ampliar en un día y medio la estancia de un niño de 11 años con su padre, divorciado de la madre del chico, para garantizar así su salida en una procesión en la madrugada del jueves al viernes, lo que para el crío es "sumamente trascendente", según el magistrado.
La madre, a la que le correspondía la tutela del niño en el segundo tramo de las vacaciones de Semana Santa, había puesto objeciones a cumplir con el acuerdo de divorcio, que garantiza el derecho los dos hijos de la pareja a que se respete su deseo de salir en procesión.
En un auto de medidas cautelares firmado ayer, el polémico magistrado, conocido por sus controvertidas opiniones sobre la ley de violencia de género, señala que "resulta incomprensible" que la madre "siempre ponga obstáculos a lo que constituye su inequívoco y evidente deseo [del chico], que ha expresado sin paliativos a presencia judicial, de salir en Semana Santa en las dos cofradías de las que es hermano", una de nazareno el Martes Santo, en la que ya ha participado, y otra de paje en La Madrugá.
Según Serrano, su decisión responde al deseo del niño de que "se le evite el perjuicio de tener que verse privado de realizar una actividad que para él resulta sumamente importante y trascendente, y para la que durante todo el año se prepara con ilusión y entusiasmo".
A la madre del chico, médico de profesión, le tocaba, en virtud del reparto de las vacaciones escolares, llevar al crío a la iglesia desde donde sale la procesión.
No obstante, la semana pasada demandó a través de su abogado información sobre "la cofradía de la que se trata, sus estatutos, en particular si hace exclusión del acceso de mujeres, órganos de Gobierno y cuántas mujeres ocupan cargos", entre otras peticiones, así como si ella podía acceder a la iglesia para "custodiar" a su hijo. La madre también exigía a su ex marido información sobre el horario del recorrido, el vestuario del niño, la comida que recibirá y la persona responsable de su integridad.
Joaquín Moeckel, letrado del padre, respondió que la madre conoce perfectamente la cofradía, de la que el niño es hermano desde años antes del divorcio de sus progenitores, y atribuyó su petición a un intento de hacer daño a su ex marido. No obstante, en vista de la situación, el abuelo del crío solicitó amparo al juez de Familia, que le ha dado la razón. "Ambos progenitores sabían que habrían de respetar la voluntad de su hijo de salir en Semana Santa haciendo estación de penitencia, y cuando el niño ya salió en ese misma cofradía el año pasado con el beneplácito de su madre", señala el juez, según el cual el hecho de que el segundo periodo de vacaciones de Samana Santa la estancia del niño deba ser con la madre "no puede ampararla en su actitud de demostrar recelo y rechazo a consentir que su hijo cumpla con su voluntad".
"No se encuentra justificación alguna en el hecho de aparentar una preocupación excesiva hacia lo que comporta una salida procesional", añade el auto. El juez señala que sólo hay un precedente parecido, el de una madre que pidió que su hijo no participara en los encierros de San Fermín estando con su padre. "La peligrosidad de la salida procesional, sinceramente, no admite parangón con el antecedente expuesto", añade.
El juez, como medida cautelar, ordena que el retorno del pequeño con la madre se produzca viernes, 2 de abril, a las 11.00 horas, para asegurar que "el niño pueda salir en la madrugada" con su cofradía.
A esa hora el padre entregará a la madre sólo uno de sus dos hijos, el menor. Pero, en lugar del mayor, le entregará el auto del juez Serrano. Contra la resolución cabe presentar recurso ante la Audiencia Provincial de Sevilla.
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