Este artículo se publicó hace 13 años.
Una psicóloga dice que el intento de suicidio de Carcaño fue real
El asesino confeso de Marta del Castillo se había colgado con una cuerda pero "podía tocar el suelo con los pies"
Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, intentó suicidarse de verdad en la cárcel, según ha asegurado la psicóloga que lo atendió desde su ingreso en prisión. “Pensamos que fue real porque había estado muy estable siempre, calmado. Y justo los días previos [del intento de suicidio] fue cuando se produjo la alteración”, declaró Carolina C. en la undécima sesión por el crimen de la joven sevillana. Este hecho coincidió con una nueva versión de Carcaño en el juzgado, cuando dijo que entre él y el entonces menor, Francisco Javier García, el Cuco, habían violado y matado a la joven sevillana.
La psicóloga, al ser preguntada si el intento de suicidio podría haberse debido a haber acusado a alguien falsamente de un delito, respondió afirmativamente. El Cuco fue condenado por encubrimiento, pero fue absuelto de la muerte y la violación.
A Carcaño se le aplicó desde el primer día el protocolo de prevención de suicidios principalmente por ser la primera vez que entraba en prisión, por el delito y por la resonancia social del caso. Según relató también en el juicio un preso encargado de vigilarlo, Carcaño se había colgado con una cuerda en el servicio, aunque “podía tocar el suelo con los pies”. A pesar de ello, este testigo aseguró que cuando le quitaron la cuerda tenía el cuello un “poco rojo”. Sobre si le comentó algo acerca de los hechos, el preso respondió: “Siempre decía las mismas cosas, engañando siempre”.
La familia de Marta del Castillo consideró, al finalizar la sesión, que el intento de suicidio real refuerza la versión de la violación y el asesinato, la “más dolorosa” para ellos. E insistió en que la Policía investiga “algo muy positivo”.
También declararon en esta sesión varios familiares de la exnovia de Carcaño, Rocío, la menor con la que vivía en Camas. Juan M., la pareja de su madre, negó que lo hubiera ayudado. “Yo le pedía explicaciones y él agachaba la cabeza”, explicó. Este testigo añadió que Rocío tiró el móvil al suelo en una ocasión. “La insultaron, era la voz de Miguel”, continuó.
El conductor del autobús en el que supuestamente se trasladó Samuel Benítez, acusado de encubrir el crimen, desde Montequinto a Sevilla, declaró que no puede asegurar que éste subiera. El registro de billetes indica, según el conductor, que seis personas subieron entre las 2.24 y las 2.26 de la madrugada.
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