Este artículo se publicó hace 16 años.
El PSOE se 'libera' de los pactos nacionalistas
Fuentes socialistas consideran que CiU y PNV deben superar sus procesos de crisis interna antes de ser socios fiables, pero confían en su abstención
Sin complejos ni hipotecas. Son los dos argumentos que más se repiten en Ferraz para afrontar el principio de legislatura. Sin hipotecas que determinen la línea del PSOE en una legislatura aún en pañales y sin complejos por esperar a una segunda votación para que Zapatero vuelva a ser investido presidente. No los tuvo con José Bono el martes y no los tendrá con la presidencia de Gobierno la próxima semana. 169 escaños, repiten, son suficientes para investir a Zapatero. Luego, se verá.
Ayer, los primeros contactos con los grupos políticos sirvieron para constatarlo. El PSOE ha renunciado a negociar con los grupos minoritarios una mayoría absoluta que cerrara la investidura en una primera votación. El precio, creen, es demasiado alto. No sólo por las concesiones que cada partido ha exigido por su respaldo. Los socialistas también quieren con ello evitar proporcionar al PP munición. La pasada legislatura los conservadores utilizaron los pactos de investidura para empezar a debilitar al Gobierno desde el primer día. No quieren parecer “hipotecados”.
La impresión de todos los grupos que se reunieron ayer con el PSOE (NaBai, UPyD, CC, BNG, IU y ERC) era parecida. Ni el número dos socialista, José Blanco, ni el portavoz adjunto del grupo, Ramón Jáuregui, les ofrecieron ningún tipo de compromiso fuera del programa electoral socialista.
Algunos de los portavoces aseguraron que los socialistas ni siquiera se interesaron por el sentido de su voto. La mayoría de ellos ronda la abstención.
CiU y PNV, poco estables
En Ferraz cuentan también con una más que probable abstención del PNV y CiU. Basta con ello para llegar a una segunda vuelta con la mayoría suficiente que haga a Zapatero presidente. Los socialistas no descartan, sin embargo, pactos posteriores con ambos grupos. Para ello, tanto catalanes como vascos deben superar las tormentas internas que les sacuden desde hace meses. En el caso de CiU esperan que se resuelva si vence la vía soberanista o la más proclive a negociar con el gobierno central dentro de la autonomía. De ello dependerá el margen de negociación que haya durante la legislatura.
Respecto a los nacionalistas vascos, el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso lo dejó ayer claro: la actitud del PNV respecto a ANV será determinante a la hora de pactar con ellos. El hipotético acuerdo dependerá también de que los nacionalistas retiren la propuesta soberanista del lehendakari, inaceptable para los socialistas y que Iñigo Urkullu aún no ha enterrado.
“Horizontes abiertos”
Fuentes de la dirección socialista incidían ayer en la autonomía que una investidura sin apoyos le otorga al partido para negociar sin ataduras. Por ello las reuniones en ningún momento han tratado de recabar apoyos sino de sondear las posiciones a medio plazo. Por eso no ofrecen compromisos.
Aunque menos claro, en rueda de prensa Ramón Jáuregui dejó entrever que esa sería la estrategia socialista. Cuando le preguntaron si el PSOE estaría dispuesto a esperar a la segunda vuelta no dudo en contestar: “Todos los horizontes están abiertos”.
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