La semana pasada quedaba vista para sentencia la condena del Senado a los Presupuestos. ERC anunció y presentó su veto. Con el voto de sus cuatro senadores, hacía posible la devolución de las cuentas de 2009 al Congreso.

El Gobierno ya anticipaba la jugada, pero intentó anular el no de los republicanos. Lo hizo en una doble vía. Primero, el Grupo Socialista aceptó en la Cámara Alta un paquete de 23 enmiendas de ERC por valor de 21 millones de euros. Segundo, y más goloso, 400 millones más para que las comunidades desarrollen la Ley de Dependencia, anuncio solemnizado el jueves en el Congreso por el presidente del Ejecutivo. “Es verdad que en buena medida nos los han arrancado”, dijo directamente José Luis Rodríguez Zapatero al portavoz de ERC, Joan Ridao.

Pese a las conversaciones informales, nada se ha movido. Ayer, los republicanos mantuvieron su veto en la Comisión de Presupuestos del Senado. No prosperó. El PSOE tumbó los cuatro rechazos globales (PP, CiU, ERC e IU-ICV) y los 32 vetos a las secciones (20 del PP y 12 de CiU), gracias al apoyo de la Entesa, PNV y Grupo Mixto. No obstante, todos los vetos deberán votarse de nuevo en el pleno del día 9. Si alguno de ellos recaba el apoyo de 133 senadores, los Presupuestos vuelven al Congreso.

“ERC nos planteó su idea de retirar el veto”, sostienen fuentes socialistas a Público. “Por eso fuimos sensibles con dependencia. Lo asumió Zapatero. Pero no nos queda ya más margen de maniobra. La decisión es sólo suya. Confiamos en que reflexionen”. Y para eso, el PSOE, reconoce otra dirigente, mantiene aún “la presión sobre ellos”.

Esa decisión la alicatará la cúpula de Esquerra y la trasladará a su grupo en la Cámara Alta, liderado por Carles Bonet. “Hoy por hoy, el veto no se retira. No son suficientes los 400 millones y, sobre todo, seguimos sin una nueva financiación autonómica. Eso sí que es fatal”, asegura un senador republicano.