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El PSOE tiende puentes a CiU en los Presupuestos en el Senado

PP, CiU, ERC, ICV-EUiA y BNG registran sus respectivos vetos a las Cuentas de 2011, que se debatirán este jueves en comisión

JUANMA ROMERO

Ya se ha convertido en una tradición. Por estas fechas, todos los años, los socialistas deben bregar con la montaña de vetos a los Presupuestos del Estado presentadas por varios grupos en el Senado. Y todos los años intentan frenar una mayoría absoluta de 132 escaños que devolvería impolutas las Cuentas al Congreso para su aprobación definitiva. Ayer lunes volvió a ocurrir. PP, Convergència i Unió, Esquerra Republicana de Catalunya, Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA) y Bloque Nacionalista Galego registraron sus respectivas enmiendas a la totalidad.

El PSOE aprovechará esta semana de pleno para negociar con las minorías y ganar su primera batalla: la Comisión de Presupuestos, que se reúne el jueves. Y su primer objetivo será atraerse a CiU, recalcaron desde la dirección del grupo.

La comisión se compone de 26 parlamentarios: 12 del PP, 10 del PSOE y uno por cada uno de los pequeños –CiU, Senadores Nacionalistas (PNV y BNG), Entesa Catalana de Progrés (PSC, ERC, ICV y EUiA) y Mixto–. El veto prospera si suma 14 votos, de modo que el PP necesita dos aliados. Dos ya están descartados: el del Mixto (el navarro Javier Tuñón mostró ayer su 'predisposición' a apoyar al PSOE) y el de la Entesa, pues su portavoz es Ramón Aleu, del PSC, que respaldará al Gobierno.

Conocida la aritmética, las cosas están claras: al PSOE le hacen falta los votos de los siete senadores de CiU para que las Cuentas pasen el trámite en comisión y pleno. Los socialistas también mirarán al BNG, que pide inversiones territorializadas para Galicia. Si se tumban los vetos, el proyecto del Gobierno puede ser enmendado de forma parcial antes de volver de nuevo al Congreso. 

La entente con CiU no queda lejos. La propia federación todavía dudaba ayer, apenas media hora antes de que se cumpliese el plazo, si registrar o no su veto. Fuentes del grupo no negaban que la victoria de Artur Mas el 28-N contribuía a acercarles al PSOE. Es decir, que podrían retirar su enmienda a la totalidad el jueves.

Los socialistas lanzaron ayer un señuelo a los convergentes. Introdujeron entre sus enmiendas parciales una que pactaron con CiU en el Congreso y que el PP impidió que se votara: un préstamo de 80,1 millones de euros para las concesionarias de autopistas de peaje en riesgo de quiebra. La enmienda se ha introducido también en la Ley Postal, que se aprobará en el mismo pleno del 14 y 15 de diciembre. Así, si finalmente hubiese veto a los Presupuestos, ese alivio para las adjudicatarias de las radiales se aprobaría seguro en la otra ley.

Ruth Porta, número dos del grupo, destacó en rueda de prensa en el Senado otras dos medidas: la libertad de amortización de las inversiones para todas las compañías hasta 2015 y la supresión del impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados en las ampliaciones de capital. Ambas se derivan de la reunión del presidente del Gobierno y 37 grandes empresarios, celebrada el pasado sábado en la Moncloa.

'Pelearemos por el mayor apoyo posible para emitir señales de confianza, aunque tenemos poco dinero para mover', argüían fuentes del PSOE, que señalaban su triunfo de 2009, cuando tumbaron las enmiendas de PP y CiU por sus pactos con las minorías.

Los conservadores apoyarán todos los vetos que se defiendan, como ya ocurrió en 2008 (cuando se aprobó la tercera y hasta ahora última enmienda de totalidad a unos Presupuestos de José Luis Rodríguez Zapatero en la Cámara alta). En cambio, ERC, ICV-EUiA y BNG no prevén respaldar el texto del PP. Las razones del rechazo del partido de Mariano Rajoy son conocidas: los Presupuestos 'se resignan ante el paro', son 'ficticios, falsamente austeros, antisociales', no ayudan al crecimiento y además congelan las pensiones.

El PSOE tropieza esta semana con dos mociones sobre el Sáhara. Una presentada en el Congreso por IU-ICV y la otra en el Senado, firmada por el PP. En ambas Cámaras, los socialistas intentarán que se vote la resolución aprobada por la Eurocámara la semana pasada por todos los grupos. El texto “condena los incidentes violentos ocurridos en Gdeim Izik y en El Aaiún”, pero no acusa de forma directa a Marruecos, lo que ayuda a no tensar la relación con Rabat.

Hoy martes se abordará la negociación, pero fuentes del PSOE ya cuentan con que será más difícil convencer a IU-ICV –ya aseguró ayer que no aceptaría “rebajas” de su moción— que al PP. De hecho, desde el Grupo Popular preferían no avanzar su posición hasta ver qué cariz toman las conversaciones con los socialistas. No descartaban el acuerdo. 

 

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