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El pulso con la cúpula federal abre grietas en la dirección madrileña

C. M./G. L. A.

Con más de 20 intervenciones, entre muestras de apoyo, silencios y críticas, la reunión de la ejecutiva del Partido Socialista de Madrid mostró ayer las grietas y el nerviosismo que existe ante la designación de sus candidatos.

La mejor prueba la ofreció el influyente Pedro Castro, alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios. Castro apeló a puerta cerrada a 'la generosidad' del secretario general del PSM para que, si hay encuestas que identifiquen como mejor candidato a otra persona, le ceda el cartel para disputar la presidencia de la Comunidad de Madrid. Al trasladarse que su intervención había sido crítica con Gómez, difundió un comunicado para precisar que tal interpretación de sus palabras 'es absolutamente falsa' y que el secretario regional cuenta con 'todo mi respaldo'.

Menos dudas generó la intervención del diputado nacional Pedro Sánchez, que varios miembros de la ejecutiva regional situaron en el sector crítico. Sánchez recuperó, según uno de los asistentes, el mensaje de 'militancia pura y dura' al que apeló recientemente Felipe González en apoyo de Zapatero y defendió la necesidad de 'anteponer el interés general de la organización a cualquier otro'. También remarcó que la dirección 'tiene un cometido que es ganar las elecciones', para lo que apostó por una 'alternativa consensuada'.

Otras voces críticas se escucharon de alcaldes como el de Fuenlabrada, Manuel Robles, y el de Collado Villalba, José Pablo González. Este último defendió el entendimiento con la dirección federal: 'Como siempre ha ocurrido, tiene algo que decir respecto a las candidaturas, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad', dijo en una entrevista con Europa Press.

Algunos miembros de la dirección regional incluyeron también entre las intervenciones que pusieron un pero al enrocamiento de Gómez las del portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, que apeló al 'consenso y la estabilidad', y la de la portavoz adjunta, Ángeles Álvarez. Ambos preconizaron la necesidad de 'evitar un enfrentamiento' con la dirección federal.

En lo que no parece haber discrepancias entre la dirección federal y la regional es que en 'esto hace un daño importante a este partido', según dijo Gómez durante su comparecencia tras una reunión que se prolongó más de lo habitual. También al término de la ejecutiva federal muchos de sus miembros comentaron las 'malas maneras' que están caracterizando el desarrollo de este conflicto, 'una guerra de guerrillas tonta y estúpida que nos perjudica a todos'.

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