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Rajoy se contiene ante un PP que da la campaña por finalizada

'Me siento más preparado y con más ganas que nunca con la fuerza que me contagiáis', resalta

MARÍA JESÚS GÜEMES

El líder del PP, Mariano Rajoy, comenzó ayer la jornada de resaca del debate electoral dando un paseo por Melilla con su mujer Elvira Fernández, Viri, y el presidente, Juan José Imbroda. Por el camino se le preguntó: '¿Se ha acabado la campaña?'. 'En absoluto', respondió tajante.

Mientras los suyos dan ya por ganada la batalla contra el PSOE y se ven a un paso de la Moncloa, el dirigente conservador prefiere mostrarse cauto. Tuvo buen cuidado de no mostrarse eufórico y proclamarse ganador. Teme que ello pueda desmovilizar a sus votantes y agitar a los contrarios. Rajoy no se confía. 'El único resultado que cuenta es el de las urnas el 20-N', repite su equipo. Viendo cómo va la campaña, el candidato de la derecha no piensa variar un ápice su estrategia.

El líder del PP dice que el PSOE no tiene que gobernar 'en una temporada larga'

Sin embargo ayer por la tarde, después de todo un día recibiendo felicitaciones y escuchando a todos sus cargos reconociéndolo ya como presidente del Gobierno, Rajoy se tomó una pequeña licencia en el mitin de Málaga. 'Me siento más preparado y con más ganas que nunca con la fuerza que me contagiáis', reconoció halagado ante cerca de 4.000 personas.

Confesó que el apoyo de sus militantes le 'estimula' y le da 'mucho ánimo'. 'Da gusto estar en un sitio en el que se escuchan cosas serias, sensatas y bonitas', indicó con segundas. Y prometió otro estilo de gobernar: 'Tiene gracia que yo use ahora esta palabra: el cambio es otro talante'.

Minutos antes la cabeza de lista al Congreso por Málaga, Celia Villadobos, le había elogiado fervientemente: 'No eres un junco que se mueve, eres un hombre de principios'. La dirigente conservadora, mujer de Pedro Arriola sociólogo de Rajoy, aseguró que el líder del PP 'no se deja vencer por nadie, ni por un medio, ni por un grupo de presión, ni por un partido. Sabe lo que debe defender y lo hace con gallardía'.

Le pareció que el candidato socialista 'amenazaba con los males del infierno'

El líder del PP de Andalucía, Javier Arenas, dijo que se sentía 'orgulloso' de que fuera el candidato del PP y aseguró que la victoria del cara a cara había sido suya. 'Ayer se enfrentó paro y empleo, pasado y futuro, agresividad y serenidad, continuismo y cambio y ganó siempre lo segundo que es Rajoy', proclamó.

El líder del PP, en una conversación informal con periodistas, admitió que estaba satisfecho porque pensaba que había logrado transmitir a los ciudadanos que su objetivo es crear puestos de trabajo. También confesó que durante el enfrentamiento se había sentido 'cómodo' ya que es el tercer cara a cara que realiza, aunque lógicamente no era 'como ir a un partido de fútbol'.

El presidente del PP vio al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, 'agresivo' y muy en la línea de la campaña socialista, 'amenazando con los males del infierno'. Además, restó importancia a los sondeos que le presentaban triunfante: 'Unos días las encuestas dicen una cosa y otros, otra'. Mientras él mostraba una imagen estudiadamente humilde, sus colaboradores no podían ocultar su entusiasmo y presumían de que hasta The Financial Times destacaba su victoria.

Imbroda denuncia que Rubalcaba fue

Tras acabar su duelo con Rubalcaba, Rajoy fue a la sede del PP, donde se reunió con su equipo. Estuvieron analizando los errores de su contrincante y consideraron que había tenido dos fundamentales: 'Dirigirse a él como si fuera ya presidente y decirle -cuando estaban hablando sobre el informe PISA- 'ahora es usted el que miente', dando a entender que él lo había hecho todo ese tiempo'. En el PP defendían que su jefe de filas hubiese leído tanto: 'Su intención era ir argumentando con cifras todo cuanto iba diciendo'. Y destacaban, una vez tras otra, la 'derrota retórica' de su rival.

En el acto de Melilla, Rajoy dijo que él no pensaba recurrir a una campaña de 'insidias' y pidió que se tratara a los españoles 'como personas adultas e inteligentes'. Ante cerca de mil personas, contó que había escogido precisamente aquel día para acudir a la ciudad autónoma porque allí se sentía 'relajado'. 'He dormido poco porque me acosté tarde y me he levantado pronto', comentó.

El presidente del PP afirmó que el PSOE 'no debería gobernar en una temporada larga' por dejar cinco millones de parados. Antes había tomado la palabra Imbroda, quien ensalzó el papel de su jefe de filas en el debate. '¡Vaya baño le pegaste!', resaltó mientras tachaba a Rubalcaba de 'chabacano y caradura'. Para él, Rajoy salió triunfante: 'Desde la seriedad, frente a la zafiedad; desde la verdad ante la mentira y desde el compromiso ante los cuentos chinos'.

También José María Aznar se vio obligado a valorar el enfrentamiento. Le preguntaron tres veces al llegar a un almuerzo-mitin en León y no quiso responder. Se lo reservaba para su discurso. Para Aznar, Rubalcaba decidió 'dimitir de lo único que es, candidato para ser un intrépido reportero'. Algo que a su juicio es 'una ocurrencia pintoresca' y algo por lo que él 'cesaría' a los que le asesoraron. Fue curioso ver cómo, por primera vez en mucho tiempo, el expresidente coincidía con el argumentario del PP.

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