Rajoy evitará ir a la marcha de las víctimas contra Bildu

Al jefe de la oposición, Mariano Rajoy, le da igual que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, y la líder del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, acusen al Gobierno de permitir "la entrada de ETA en las instituciones". Ayer, una portavoz oficial del partido defendió ante un grupo de periodistas que este había fijado su posición tres días antes en una declaración institucional en Extremadura. En ella acataba pero lamentaba la decisión del Constitucional sobre Bildu y, en ningún momento, culpaba a los socialistas de estar detrás de la decisión.

Para los que le rodean, la espiral de declaraciones de estos últimos días "no contradice el discurso oficial". Sin embargo, fue Esteban González Pons, una voz autorizada dentro del PP, quien se salió de la senda al decir que "desde Madrid, con escolta, y buen sueldo" es "fácil ir de demócrata mundial". Desde su formación le disculpan a él y al resto: "Son diferentes tonos. Unos ponen el acento en un lado y otros, en otro", explican. Con ello, dicen, queda claro que Rajoy lo asume y prueba que en el PP realmente no existen dos discursos como muchas veces intentan hacer creer.

El líder del PP alerta de que "las cosas se pueden complicar aún más" en la crisis

En algún momento Rajoy tendrá que retratarse. Y muchos militantes del PP esperan que lo haga el próximo sábado 14 de mayo en la manifestación que Voces contra el Terrorismo, la asociación de Francisco José Alcaraz, ha convocado en Madrid contra la presencia de Bildu bajo el lema: "Ante la traición a España, ETA fuera de las instituciones". A ella asistirán el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, y el portavoz de Interior en el Congreso, Ignacio Cosidó.

Tras conocer el fallo del TC, Mayor advirtió que los "pactos" anteriores son ya "inexistentes", en referencia al del PP con el PSOE en Euskadi. Pero el líder de los conservadores vascos, Antonio Basagoiti, aseguró ayer en un desayuno informativo de Fórum Europa que él "jamás" va a romper porque eso sería la "guinda del pastel que ha elaborado muy cuidadosamente el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, con la aquiescencia de Zapatero".

Aunque Mayor forma parte del Comité de Dirección, son muchos los conservadores que esperan que no sea el único representante oficial. Sobre todo porque en la última convocatoria, el pasado 9 de abril, María Dolores de Cospedal, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Mato o Esteban González Pons fueron a apoyar a las víctimas.

Los conservadores preguntan qué hará el Gobierno si no se cumple el déficit

En el PP dicen que están en campaña y que no han hablado de las personas que irán a esa cita. Rajoy ese día tiene un mitin en Zaragoza. Pero lo cierto es que no es excusa porque es por la mañana y le da tiempo de sobra, si quiere, para acudir a las cinco tarde a la concentración. El presidente del PP, que durante la pasada legislatura acudió a prácticamente todas, prefiere ahora mantenerse al margen y ofrecer así su cara más moderada.

Con ese mismo objetivo, Rajoy mantuvo ayer su línea y no dijo ni una palabra de Bildu. En un acto en Santa Cruz de Tenerife, prefirió venderse como "una alternativa urgente y absolutamente necesaria". De forma alarmista anunció que es así porque "las cosas se pueden complicar aún más y corremos el riesgo de languidecer económicamente".

En su opinión, los socialistas, que están haciendo "mucho ruido", deberían preocuparse por lo que está ocurriendo en Europa y explicar a los españoles "qué planes tiene si no cumplen los objetivos de déficit público que ha impuesto la Unión Europea". "Deberían decir qué quieren hacer después del próximo 22-M", espetó.

Dinamitar el pacto con CC

Y, por último, atacó a Coalición Canaria (CC), que tras el 22-M podría volver a convertirse en su socio de Gobierno. Ayer, Rajoy se encargó de dinamitar esa posibilidad al asegurar que el papel de los nacionalistas se estudiará en "los libros de historia" porque ha sido "antológico". "Se han ocupado mucho más de salvarle la cara a Zapatero que de defender los intereses de los canarios", denunció en su mitin de la tarde ante más de 2.000 personas en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas. En su opinión, a CC le ha faltado "coraje, empuje y gallardía" para defender el Plan Canarias.

En el mismo sentido se pronunció el líder del PP canario y candidato autonómico, José Manuel Soria, explicando además por qué su partido rompió el acuerdo que mantenía con ellos en octubre de 2010: "Si hubiésemos seguido, habríamos sido sus cómplices. Antes de estar en el poder sin dignidad hemos preferido estar con dignidad en la oposición".

También le llegó el turno al PSOE. El público le pidió a Rajoy que le "diera caña". El líder del PP les respondió que él iba a apoyar a sus candidatos y empezó a ensalzarlos varios minutos. Pero al final terminó cediendo y se refirió a los socialistas en numerosas ocasiones como "los listos", de forma muy despectiva. Por la mañana se había quejado de que el Ejecutivo echara "la culpa de sus errores" a Aznar. "Es como si a Di Stéfano se le echa ahora la culpa de que el Real Madrid no haya llegado a la Champions", arguyó. La conclusión: "Su campaña es hacer oposición a la oposición".

Rajoy insiste en evitar a los periodistas

El PP organizó ayer un acto en la plaza Weymer de Santa Cruz de Tenerife. La escenificación era la de una rueda de prensa. Micro de pie en el centro. Los periodistas frente a él y, alrededor, unas 150 personas entre afiliados y curiosos. Los periodistas, tras cuatro días de campaña, intentaron hacer alguna pregunta a Rajoy elevando sus manos al término de su intervención. Pero se fue (#sinpreguntasnocobertura).

Sus colaboradores explicaron que era un mitin -el tono de su discurso desde luego lo era y, además, contó con tres teloneros- y que no habían convocado ninguna rueda de prensa. El PP no tiene previsto hacerlo de momento. "Vosotros tenéis la libertad de pedirla y nosotros de hacerla", respondió una portavoz oficial cuando se le solicitó.