Rajoy muestra piezas de su Consejo de Ministros

El líder del PP, Mariano Rajoy, odia las especulaciones, pero ayer se encargó de alimentarlas. Hasta ahora, el candidato de la derecha nunca había hablado de las personas que podían formar su hipotético Gobierno. Muchas veces se le había preguntado a quién situaría al frente de la cartera de Economía o si ya tenía en mente los nombres de los que tomarían asiento en su Consejo de Ministros en caso de ganar el 20-N. Pero siempre despejó el balón de su portería y no dio pista alguna.

Hasta ayer, cuando, tal vez viéndose más cerca que nunca de la Moncloa gracias a los resultados del CIS que hablan de una mayoría absoluta aplastante, no dudó en apuntar ya con el dedo a algunos dirigentes de su partido.

"La candidatura de Madrid tiene mucho futuro político", confiesa

Como si fuera una alineación deportiva Rajoy se las sabe de memoria enumeró los primeros puestos de la candidatura de Madrid al Congreso. Citó a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría, y a Ana Mato, a quien definió como una "extraordinaria" directora de campaña. Pero también al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón que cosechó multitud de aplausos de la militancia madrileña, que, al parecer, ha olvidado que durante un tiempo para ellos fue el "verso suelto" del PP, y al exministro Miguel Arias Cañete.

Rajoy dijo que la lista por Madrid tiene "experiencia, renovación, compromiso, ilusión y gente competente" que, según él, es lo que se necesita de cara a los próximos meses. "Quiero decir que, al menos por lo que de mí dependa, esta candidatura tiene mucho futuro político y eso será muy bueno para España y los españoles", confesó por primera vez, dando a entender que algunos le acompañarán a la Moncloa.

Aseguró que se sentía "muy orgulloso" del reparto. "¿Quién da más?", preguntó ante un auditorio compuesto por 6.000 personas convocadas en el municipio madrileño de Leganés. Además, para no ofender a nadie, indicó que "a estos primeros espadas" se suman otros muchos. En el partido dicen que Santiago Cervera o Ignacio Astarloa también figuran en las quinielas para ocupar puestos de responsabilidad si el PP triunfa.

"Hay quien mira al siglo XX y ahí se ha quedado", dice Rajoy de Rubalcaba

En el PP se mostraban ayer todos muy unidos. Ante la inminente cita con las urnas, quedan atrás las diferencias. Rajoy aprovechó la imagen de su partido para contraponerla a la de los socialistas que celebraban una fiesta con el reencuentro de Felipe González y Alfonso Guerra acompañando a Alfredo Pérez Rubalcaba.

"Hay quien mira hacia el siglo XX y ahí se ha quedado", reprochó Rajoy. Aprovechó para criticar a los que "están en el pasado" y aseguró que él mira hacia adelante sin buscar "división ni peleas". Frente a la moderación a la que apelaba, el público se revolvía y le pedía "mano dura" con el PSOE. "¡Con ellos a la cárcel!", le reclamó un señor a gritos. "Ahí estamos", respondió, mientras seguía hablando de economía. "Tienen la obligación de explicarnos cómo hemos llegado a esta situación de vergüenza", denunció.

Pide "moderación" mientras el público le reclama que lleve al PSOE "a la cárcel"

A continuación, el presidente del Partido Popular puso de ejemplo a Madrid. Primero agradeció a Aguirre su colaboración ya nadie recordaba las palabras que esta le dedicó antes del XVI Congreso Nacional de Valencia en 2008, cuando recriminó que "algo se estaba haciendo muy mal en la dirección del PP" y después ensalzó su gestión.

Rajoy indicó que la política que se ha realizado en Madrid "ha ayudado a reducir el enorme daño que Zapatero ha hecho". E hizo hincapié en que el "86% de su presupuesto" lo destina a sanidad y educación pública, a asuntos sociales y a ayudas al transporte. Y dijo que, a pesar de la crisis, Aguirre "sigue invirtiendo" en ello.

El líder del PP pidió a las administraciones que paguen a sus proveedores, con Cospedal y Gallardón, que llevan importantes retrasos, sentados en primera fila. Y garantizó que, si él gobierna, tratará de "mantener y mejorar las políticas sociales" sin olvidar "recuperar el crédito" de España. También se comprometió a tener cuidado con las medidas que aplique para que "no perjudique a las personas que están en peor situación" y cerró su discurso animando a los asistentes a "ser felices" mientras estos coreaban: "Tú sí que vales".

Por su parte, Aguirre defendió una reforma del sistema educativo y una despolitización de la Justicia y del Constitucional. Pidió a los suyos que no se confíen, recordando que estas elecciones aún "no están ganadas". Pero ella misma lo dio por hecho anunciando que tras la victoria habrá que llegar a acuerdos con el PSOE "que quede tras la debacle". Además, destacó las virtudes de su jefe de filas "inteligencia, prudencia y valentía" frente a "las mentiras de rubal-queros y zabalcabas". El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, no tomó la palabra. En el PP de Madrid algunos decían que no esperaban que fuera.