Este artículo se publicó hace 12 años.
Rajoy no cierra la puerta a la subida de más impuestos
El presidente del Gobierno asegura que nunca ocultó a los españoles sus planes para ganar las elecciones el 20-N. El jefe de Estado francés, Nicolás Sarkozy, sale a dar la cara por él y defiende sus medidas "vali
Después de 17 días, Mariano Rajoy salió a dar explicaciones de la subida de impuestos. Una medida de la que siempre había abjurado y que aplicó nada más llegar al Gobierno. Lo hizo en rueda de prensa con motivo de la visita del presidente francés Nicolás Sarkozy a España. No comparecía ante los medios desde el pasado 15 diciembre, fecha en la que se reunió con el rey en la Zarzuela. Por aquel entonces aún no ocupaba la Moncloa.
Al jefe del Ejecutivo le preguntaron cómo pensaba que había recibido la noticia su electorado y si iba a incrementar otros tributos, entre ellos el IVA, aprovechando la presentación de los Presupuestos el próximo 31 de marzo. "Supongo... iba a decir supongo pero no lo voy a decir. Estoy absolutamente convencido de que no les ha gustado. Y tienen razón", admitió.
Sarkozy apoyará que España mantenga su representante en el BCE
El dirigente conservador afirmó que había sido una decisión que a él "personalmente" le había costado tomar porque es de los que creen que el dinero tiene que estar en manos del contribuyente. Pero defendió que la situación es "muy complicada" y la alternativa era "no haber hecho absolutamente nada, dar un pésimo mensaje y no contribuir a intentar resolver los problemas de España". Rajoy explicó que sólo se aplicará dos años y que con ello se favorecerá la recuperación.
Respecto a la segunda cuestión, la de los impuestos, el presidente dio más vueltas. "Creo que es perfectamente conciliable el ir reduciendo el déficit con no hacer ninguna subida de impuestos más en los próximos meses. Ahora de la misma manera que le digo eso pues también tengo que decirle que en la vida nada es para siempre", terminó respondiendo a una periodista. Con ello no cerró la puerta. Al contrario, la dejó entreabierta como hizo con su famoso "depende". Rajoy dijo que a él lo que le gustaría es bajarlos. No lo ve "probable" en los próximos meses pero si en el futuro.
Los socialistas denunciaron hace unos días todas las veces que en la oposición el líder del PP se opuso a la subida de impuestos que finalmente ha aplicado. Entre los recordartorios su famosa intervención en un mitin de Dos Hermanas en 2009 donde dijo que la subida de impuestos es "profundamente insolidaria con las clases medias y trabajadoras españolas". "En principio no voy a tocar ningún impuesto", dijo tres días antes del 20-N. Y, justo antes de dar el paso, en el debate de investidura, aseguró que no era "su intención".
Rajoy reconoce la "preocupación" de los países de la zona euro y pide liquidez
Un profesional de un medio extranjero le reprochó que hubiese ganado las elecciones sin haber contado a los españoles sus planes. Rajoy se revolvió. Aseguró que los ciudadanos los conocían bien: "Yo he demostrado que se puede lograr una victoria diciendo lo que uno piensa y lo que va a hacer", mantuvo.
Y puso ejemplos. Recordó que él llevaba "años" diciendo en el Congreso, incluso cuando había superávit, que había que cumplir con el objetivo de déficit. También que deseaba sacar adelante una reforma laboral y la reestructuración del sistema financiero. "No creo que ahora nadie se pueda sorprender", concluyó. Y lamentó que a veces cuando estaba en la oposición se le exigiera que detallara "si en la partida 1.715 apartado C" iba a reducir "un euro o cinco". "
Sarkozy dio la cara por él. "¿Cómo se puede decir que su programa no era claro? ¿Cómo se le puede reprochar eso a alguien que votó una medida impopular antes de las elecciones?", comentó. Para él fue muy importante que Rajoy apostara por "la regla de oro" de equilibrio presupuestario junto a José Luis Rodríguez Zapatero en la reforma de la Constitución.
El dirigente francés ensalzó las "valientes" iniciativas adoptadas por su homólogo. Reconoció que la crisis de Europa es "muy grave". Y destacó que si España e Italia no tienen "éxito" tendrá "un impacto" sobre los demás. A cargo de él también corrió la anécdota de la comparecencia, al mostrarse despectivo con un periodista cuando este le preguntó sobre la retirada de la triple A y las agencias de rating.
Rajoy señaló que compartía con el presidente galo "una firme voluntad europeísta" y reconoció que los dos estaban "muy preocupados" por la situación. "No estamos para perder el tiempo", destacó el jefe del Ejecutivo español mientras reclamaba liquidez.
Tasa a las transaccionesTambién coincidió con Sarkozy en la necesidad de crear una tasa a las transacciones financieras a nivel europeo. Ambos mandatarios negaron que haya diferentes puntos de vista en la eurozona o "desacuerdo" con la canciller alemana, Angela Merkel.
Sarkozy explicó que es difícil justificar ante los ciudadanos que a ellos se les suba los impuestos y a los financieros no. "La población es inteligente y lúcida", remarcó Sarkozy, que hizo hincapié en que no es bueno ocultarle nada.
Además, prometió a Rajoy que le daría el visto bueno a que España siga manteniendo un representante en la Comisión Ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE) ahora que el mandato que ocupa José Manuel González-Páramo finaliza el próximo 31 de mayo. Y confirmó que la reunión que él y Merkel iban a mantener con el primer ministro italiano, Mario Monti, se posponía a febrero.
El presidente del Gobierno recibe hoy al del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. El miércoles realiza su primera visita oficial a Marruecos. El 26 acudirá a Berlín para reunirse con Merkel, justo antes del Consejo europeo.
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