El presidente del Gobierno informó en la rueda de prensa con Dilma Rousseff que había hablado por teléfono con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para trasladarle la preocupación del Ejecutivo ante la situación en Oriente Próximo, una preocupación, dijo, que afecta a 'cualquier persona con un mínimo de sentimientos humanos'.

En ese sentido, matizó que lo que está ocurriendo en Gaza es 'terrible' especialmente para 'los niños y civiles'. Mariano Rajoy trasladó al primer ministro israelí su apuesta por 'la diplomacia, el diálogo y el acuerdo' y, además, le pidió 'contención para que el conflicto no degenere en consecuencias inciertas' aún reconociendo el derecho de Israel a defenderse de los ataques. 'A ver si la diplomacia, por una vez, funciona', sentenció.

El jefe del Ejecutivo en ningún momento se refirió a la posición de España sobre el reconocimiento de Palestina como país observador en la ONU, postura sobre la que tendrá que tomar una decisión antes del 29 de noviembre, cuando la Comunidad Internacional votará en la Asamblea de General de Naciones Unidas esta posibilidad.

Quien sí lo hizo fue la presidenta de Brasil, que además de mostrarse partidaria de la existencia de 'dos Estados legítimamente consolidados para la paz', informó de sus gestiones con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente de Egipto, Mohamed Morsi. Para Rousseff, las medidas para el cese de la violencia deben ser 'intensivas e intempestivas porque la situación ha empeorado' y corre el riesgo de degenerar.