Este artículo se publicó hace 14 años.
Rajoy promete que en 2011 estará "a la altura de las circunstancias"
El líder del PP sostiene que su trayectoria política es "una historia de grandes consensos
El líder del PP, Mariano Rajoy, realizó ayer su tradicional rueda de prensa de fin de año después de 12 meses sin comparecer en la sede nacional. En ella enumeró las "malas noticias económicas, sociales y políticas" que ha habido en 2010 y pidió que para 2011 se ponga en marcha "un plan completo" de reformas para salir de la crisis. Cuando le preguntaron por su relación con el presidente del Gobierno, Rajoy se negó "a hacer de psicólogo", aunque reconoció que "en lo personal, la relación es correcta" y "en lo político, hay acuerdos en algunas cosas y discrepancias en muchas otras".
Ayer, el dirigente conservador se quiso quedar más con las cosas que les unen que con las que les separan. Al menos en teoría. Aseguró que su partido apoyará al Gobierno "en todo lo que sea bueno para el interés general de los españoles porque España no se puede permitir que el año que viene sea otra vez un año perdido". "Estaremos, y yo particularmente, a la altura de las circunstancias", aseguró. En los próximos meses se verá si lo lleva realmente a la práctica. La primera prueba de fuego la afrontará con la reforma de las pensiones.
Su postura conciliadora, de la que Rajoy ya dio muestras en el debate en el Congreso sobre el Consejo Europeo, tenía trampa. El líder del PP, hablando de la posible sucesión de Zapatero, reconoció que no le interesaba el nombre del candidato socialista: "Lo único que me preocupa es la herencia y la factura que el actual Gobierno pueda dejar para el futuro de todos los españoles y yo haré lo posible para que sea lo menor posible". Los conservadores piensan que van a ganar seguro y temen lo que pueden encontrarse al llegar a la Moncloa.
En cualquier caso, Rajoy no ahorró críticas al Gobierno que "reacciona con recortes improvisados, atropellados o impuestos desde fuera". Y advirtió que si España salía adelante no iba a ser gracias a Zapatero sino a los esfuerzos de sus ciudadanos: "Tenemos una sociedad fuerte que no se resigna a la decadencia".
En su balance recordó que el año 2010, que Zapatero vaticinó como "el de la recuperación progresiva", había sido "el del agravamiento de la crisis". El PP repartió un documento del Grupo Popular que, con el epígrafe Agonía de Gobierno, daba cuenta de todos los errores cometidos. Para Rajoy este ha sido un año "duro" en el que, entre otras muchas cosas, "se han subido los impuestos, se han producido los mayores recortes sociales de la democracia y se ha cuestionado nuestra deuda pública". Además recordó al presidente del Gobierno que no había cumplido "ninguno de sus compromisos".
"Iba a ser el año de la recuperación y ha sido el del agravamiento"
Como siempre, volvió a pedir un adelanto electoral y señaló como prioritaria la reestructuración del sistema financiero. "Es capital", dijo. En el PP este punto preocupa mucho porque va muy lento y recuerdan, en privado, que por los bancos intervinieron a Grecia y a Irlanda. Pero el presidente del PP no quiso ser catastrofista en este sentido. "Espero y deseo que no se vuelva a hablar del rescate de España nunca más". Eso sí Rajoy se mostró favorable a la desaparición de las cajas de ahorro. "Por ahí van los tiros", comentó.
Rajoy aseguró que su partido seguía dispuesto a dialogar con el Ejecutivo socialista. "Yo creo que hay algunos temas en los que es preciso el consenso, sobre todo en las grandes reformas que se pretende sirvan para muchos años. Yo soy partidario. Además mi vida política ha sido, honestamente, una historia de grandes consensos", defendió. Pero, con sus peros. Eso no significara que vaya a aceptar todas sus propuestas al cien por cien. "Porque eso no es una negociación, es un trágala", resaltó.
Otras reformas
Entre esos temas de los que hay que hablar, el líder de la oposición estableció prioridades. Exigió el control del gasto público, reducir el déficit y la deuda pública. También pidió una reforma fiscal, una educativa y modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para fijar techos de endeudamiento y gastos para las administraciones.
Eso sin olvidar la reforma laboral, la de las pensiones y el pacto energético. Respecto al primer asunto, Rajoy recordó que la que se había llevado a cabo se había realizado "sin el acuerdo de nadie" y que ahora se hablaba de una reforma de la negociación colectiva. "Que lo haga", le animó.
"Creo que hay algunos temas en los que es preciso el consenso"
En cuanto a las pensiones, Rajoy dijo que él pensaba que había que acercar la edad real de jubilación a la edad legal, controlar las jubilaciones anticipadas e incentivar la prolongación de la vida laboral. Esas son sus fórmulas para combatir que se eleve la edad a los 67 años. Y, por último, también se refirió al pacto energético, que no da por muerto. Al contrario. "Hay que resolverlo", dijo porque "no podemos vivir con un déficit tarifario de 20.000 millones".
En su repaso interno, Rajoy presumió, de haber logrado "una sólida tercera posición" en las elecciones catalanas. Y recordó, ante aquellos que le acusan de falta de responsabilidad y de abstenerse en todo, que este año su partido ha "aprobado 36 de las 58 iniciativas que ha presentado el Ejecutivo y 96 de 144 en el conjunto de la legislatura". De la corrupción, ni mentarla.
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