A la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, le faltan horas para saber si finalmente Alberto Ruiz Gallardón va o no en la lista de Madrid.

El presidente nacional del partido, Mariano Rajoy, tiene que ponerse en contacto con ella para discutir sobre ese y otros muchos asuntos porque el listado madrileño es uno de los más solicitados y esperados.

Además de desvelarse esa incógnita hay pendientes otras muchas. Entre ellas, descubrir quien va a ser el número dos de Rajoy y si el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, también figurará entre los cinco primeros puestos.

Lo único que se sabe seguro es que el líder del PP encabeza la circunscripción de Madrid y que las tensiones aumentan por momentos.
Ayer la Ser informaba que el jefe de la oposición tiene pensado llamar a Aguirre para comunicarle cuales son sus planes y, de paso, tratar de alcanzar con ella un pacto que evite una imagen de división en el partido.

Difícil satisfacción
Rajoy tendrá que hacer juegos malabares para tener satisfechos a sus dos representantes madrileños. Hay quien piensa que actuará igual que cuando Aguirre se hizo con el control del PP de Madrid.

Entonces, el líder conservador incluyó a Gallardón en los maitines como premio de consolación. Ahora, algunos piensan que el presidente tendrá que armarse de parciencia y repetir movimientos a la inversa.

El jefe de la oposición tendría al parecer la intención de conversar con la presidenta madrileña para que cuando la semana que viene se reúna el comité regional el nombre de Gallardón aparezca en el reparto como si fuera por decisión unánime del partido y no por una imposición presidencial. Pero en las filas del PP madrileño se resisten. No quieren que ocupe un puesto, da igual el que sea.

El próximo día 17 de enero acabará este sinvivir del partido conservador. El Comité Electoral Nacional dará a conocer los primeros nombres y el día 29, la totalidad.