Este artículo se publicó hace 13 años.
Rouco dice que los jóvenes "del botellón" deben mirar a Dios
El presidente de Conferencia Episcopal lamenta que "los de la mitad rica del mundo vivan tentados por el poder y el estilo de vida muy materialista"
El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, ha señalado que los jóvenes españoles "del botellón" deben volver su mirada al interior y a Dios porque "en el fondo de su alma" tienen una vida de amor y oración.
Durante la presentación del libro In Silentio, escrito por Blas Camacho, sobre la vida "martirial" de Ismael de Tomelloso, en la Universidad San Pablo CEU, Rouco ha lamentado que los jóvenes del siglo XXI -sobre todo "los de la mitad rica del mundo"- vivan "tentados por el poder, con un estilo de vida muy materialista, con carencias profundas de cara a su futuro y con insatisfacción psicológica y espiritual".
Por ello, ha asegurado que dar eco a la vida de este "santo" -aún no ha sido canonizado pero se ha iniciado la causa de canonización-, servirá como ejemplo a los jóvenes de la sociedad actual europea a los que, a su juicio, "les falta horizonte y por tanto, camino".
En cualquier caso, ha insistido en que, aunque el estilo de vida de "los jóvenes del botellón" no parezca "casable" con la de Ismael de Tomelloso, en realidad, el modo en que este chico abordó su vida -de oración y amor a Dios- está también en el fondo de todos.
Además, ha subrayado el hecho de que se muestre la figura de este joven que murió con 21 años y que dio su vida a Dios a través del silencio y el sufrimiento, "justamente" el mismo año en que se celebra en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011, a la que ya se han inscrito más de 300.000 jóvenes y que, según ha apuntado Rouco, se sentirán "entusiasmados" por los rasgos que marcaron la vida de este joven de los años 30.
En el acto también han intervenido el autor de la obra, Blas Camacho, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Carlos Romero Caramelo, y el vicario de Madrid para la Vida Consagrada, Joaquín Martín Abad.
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