Público
Público

Una ruta para los temporeros foráneos

Catalunya y Andalucía crearán un recorrido para inmigrantes que abaratará los costes y ordenará los flujos migratorios

DANIEL AYLLÓN

Parte de los inmigrantes que vienen a España año tras año para trabajar como temporeros encadenan campañas de recolección en distintas provincias sin un orden preestablecido. Miles de ellos llegan además sin contrato y crean a su paso asentamientos chabolistas en condiciones infrahumanas. Para regular estos flujos, los servicios de ocupación catalán y andaluz potenciarán a partir de 2010 que estos trabajadores enlacen las sucesivas campañas de forma ordenada, aunque aún no se han cerrado los acuerdos entre los territorios implicados.

Hasta ahora, las administraciones sólo organizaban los viajes de ida y vuelta a sus países (principalmente, a Marruecos) para recolecciones concretas. El nuevo modelo creará circuitos cerrados, como el de la recolección de la fresa (abril, en Huelva), manzana (junio, en Lleida), ajo (julio, en Cuenca), tomate (agosto, en Badajoz), uva (octubre, en Castilla-La Mancha) y aceituna (diciembre, en Jaén).

El año 2006 fue el que registró más contrataciones en origen de temporeros (78.300), luego se fueron reduciendo (51.349 en 2007 y 41.339 en 2008). En 2009 se prevé que no lleguen a 20.000.

La migración selectiva circular, como se llama el sistema actual, de venir sólo para una campaña, seguirá existiendo en 2010, pero se reducirán las plazas disponibles para llegar a España por la vía legal. La concatenación también recortará la llegada de extranjeros, al ocupar una misma persona varios puestos. Además, el retorno de trabajadores nacionales al sector agrícola motivado por la crisis ha reducido la demanda en origen.

Entre las ventajas del nuevo sistema, las administraciones destacan la ordenación de los flujos y la reducción de costes para los empresarios, que pagarán menos viajes.

'Entre 2000 y 2002 no había mano de obra suficiente y tuvimos que buscarla en otros países', explica el director de la Oficina del Temporero de Cartaya (Huelva), Manolo García. Cartaya es la localidad española de referencia en la contratación de temporeros en origen y su proyecto de Gestión Ética Integral AENEAS ha recibido el reconocimiento de la UE. Su principal socio en la concatenación será la Unió de Pagesos de Catalunya.

El 70% de los temporeros que llegan a España va a trabajar a la provincia de Huelva. En 2008, la provincia realizó 31.000 solicitudes de empleadores. Este año, apenas rondarán las 12.000.

En sus primeros años de rodaje, el problema principal que generó la contratación de temporeros fue que muchos se quedaban en España al terminar la recolección en situación irregular. Pero el índice de incumplimientos se ha reducido con los años.

En el programa piloto de 2004-2005, explica el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán, 'hubo una mala experiencia porque vinieron 1.200 inmigrantes y apenas regresó el 10%. Fracasó el proceso de selección en Marruecos'. Al año siguiente, se potenció la contratación de mujeres de zonas tradicionalmente agrícolas de Marruecos y con familiares a su cargo en su país, para evitar fugas: regresó el 50% de las 1.800 que acudieron a la recogida de la fresa. En 2007 y 2008, la tasa de regresos aumentó hasta el 96% (del total de 4.600 trabajadores) y el 95%, respectivamente.

El boom de la construcción de principios de la década presente creó la necesidad de contratar a inmigrantes para cubrir las vacantes que dejaron miles de agricultores españoles, alentados por mejores condiciones de trabajo en la obra. Los primeros temporeros llegaron de Europa del Este en 2000, pero el acceso del PSOE al Gobierno en 2004 mejoró las relaciones con Marruecos y las ofertas se trasladaron al reino alauí, recuerda Millán.

Tras el parón del sector de la construcción, el Gobierno espera que miles de trabajadores nacionales vuelvan a desempeñar labores agrícolas. Las organizaciones agrarias UPA y ASAJA creen, no obstante, que en 2009 todavía no habrá un aumento significativo de mano de obra nacional en campañas como la del ajo, donde seguirán primando los extranjeros.

'Nos sale más caro contratar marroquíes porque tenemos que pagarles el viaje, pero de esta manera tenemos la seguridad de que tendremos trabajadores el día que empiece la campaña de recogida', añade García. Cada campaña requiere trabajadores con un perfil diferente. Así, los músculos africanos priman en la recogida de la oliva de Jaén, frente a las manos femeninas en la fresade Huelva.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias