Este artículo se publicó hace 17 años.
El semi bilingüismo de Aguirre
Aunque sólo le quedan cuatro años para jubilarse, Rosa (nombre ficticio) tuvo que aprender inglés el curso pasado y dar su clase de Conocimiento del Medio en este idioma. Lo hizo en ocho semanas en un curso intensivo en Madrid y luego pasó un mes en el Reino Unido. Su colegio está en el programa de centros bilingües de la Comunidad, al igual que otros 146 este curso.
Las críticas llegan desde padres, sindicatos y oposición que aseguran que no se trata de bilingüismo real. Incluso en la Consejería de Educación lo reconocen: "Los alumnos consiguen entenderse y expresarse aunque no sé si se puede hablar de bilingüismo", señala Javier Gisbert, director general de Mejora de la Calidad.
Según José Luis Pazos, presidente de la FAPA Giner de los Ríos (la federación mayoritaria de padres), este modelo "tiene muchas lagunas". Los padres critican la insuficiente formación en idiomas del profesorado, auxiliares de conversación nativos sin perfil docente y que, a pesar de que se consideran bilingües, sólo imparten un tercio de las horas en inglés. Señalan, por ejemplo que, para dar conversación, los auxiliares sacan a alumnos en mitad de clase de otra materia de la que pierden horas.
Promesa electoral
El bilingüismo, que ya lleva cuatro años en marcha, es una promesa electoral de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En su último programa se comprometió a seguir impulsándolo esta legislatura para llegar a uno de cada cuatro colegios (ya está en uno de cada cinco) y extenderlo a 50 institutos.Los sindicatos coinciden en las críticas con las familias, aunque ven positiva la enseñanza en dos idiomas. "Es efectivo si el profesor es muy experto", explica Eduardo Sabina, de UGT. Cree que no hay plantilla suficiente ni formada.
La Consejería de Educación defiende su modelo, que tiene un presupuesto de 13,8 millones. La formación es "suficiente", asegura Javier Gisbert. Se selecciona a los que ya poseen ciertos conocimientos o un título (en Filología inglesa, de la escuela oficial de idiomas o el Advance de Cambridge). Luego reciben un curso intensivo entre Inglaterra (360 horas) y España (140). También hay formación permanente. "¿Está preparado un profesor para dar Conocimiento del Medio en inglés tras ese proceso?", plantea el secretario general de Educación de CCOO, Francisco García.
En muchos casos, los profesores de inglés acaban dando, sin tener la especialización, otras materias, como Plástica o Educación Física, porque los docentes titulares no tienen el nivel suficiente de idiomas, según García. "No es lo mismo que un profesor de ciencias dé las clases en inglés que un especialista en el idioma las imparta", señala un portavoz socialista. Educación responde que los maestros pueden impartir cualquier materia.
Padres, sindicatos y oposición consideran que este programa busca "rentabilidad política", según Pazos, y "propaganda", según Sabina. Creen que habría que plantearse por qué en España los estudiantes no logran saber idiomas. La Consejería garantiza que con un tercio del horario en inglés las competencias lingüísticas son "muy buenas".
Mientras, en los centros echan en falta profesores. No hay docentes de refuerzo para atender a los repetidores cuando les alcanza el bilingüismo.
Daños colaterales
"Hay peligro de formar analfabetos en lengua castellana", alerta una jefa de estudios de un centro bilingüe desde hace cuatro años. Se refiere a los alumnos inmigrantes no hispanohablantes. Principalmente porque este sistema se ha implantado "sin más recursos humanos". Esta dificultad de atención a la diversidad es uno de los efectos "colaterales" del modelo, dice.
Para reforzar la enseñanza en dos lenguas a este colectivo haría falta ampliar la plantilla, según esta docente. Señala que el profesorado ha tenido que realizar un esfuerzo "tremendo" para sacar el modelo adelante a diario. "Nos estamos dejando la piel en el diseño", dice, porque la Administración ha escrito la norma "pero no ha impulsado su estructura". "Ha metido el plan con calzador", explica.
Sobre los auxiliares, lamenta que se trata de "unos críos", a los que no se les puede dejar la responsabilidad de un aula y que no son docentes. Educación subraya que su labor es apoyar al profesorado.
Cifras
Este curso hay 147 colegios públicos bilingües, 25 más que el año anterior. Son diez más de los inicialmente previstos.
Estos centros acogen a 18.750 alumnos que siguen este modelo de enseñanza en dos lenguas.
En la capital hay siete colegios bilingües más este curso, lo que supone un total de 52. Los 18 restantes están: seis en el sur, cuatro en el este, cuatro en el oeste y cuatro en el norte.
En la actualidad, el plan cuenta con 1.300 profesores que imparten docencia en inglés.Imparten un tercio del horario en inglés. Cualquier asignatura puede darse en este idioma, menos Matemáticas y Lengua.
80 centros bilingües cuentan con una escuela gemela en Reino Unido para facilitar los intercambios escolares.
Aguirre quiere extender esta enseñanza a 50 institutos en esta legislatura.
El 90 % de los profesores ha de estar a favor de entrar en el programa.
Hay unos 500 auxiliares de conversación: uno por cada dos grupos. Vienen de EEUU, Irlanda, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Aguirre quiere traerlos también de Pakistán.
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