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El Senado elige a sus magistrados en el TC con tres años de retraso

Uno de los candidatos del PP, Francisco José Hernando, recibe el mayor castigo de la Cámara, al ser rechazado por CiU, ERC, ICV, PNV y BNG // Los designados permanecerán menos tiempo en el cargo: sólo seis años, en ve

JUANMA ROMERO

'Gracias, señorías. Por fin lo hemos conseguido'. Javier Rojo, el presidente del Senado, respiraba aliviado al concluir el pleno de ayer miércoles, a las seis y media de la tarde. Por fin la Cámara Alta se quitó de encima el culebrón que había dominado su actividad desde diciembre de 2007. Por fin cumplió con un trámite obligado por la Carta Magna: nombró, por una mayoría de tres quintos (más de 158 escaños), a los cuatro nuevos magistrados que integrarán el Tribunal Constitucional (TC). La designación será efectiva en cuanto el Boletín Oficial del Estado la publique y los elegidos tomen posesión de sus cargos.

El proceso, que se ha demorado durante tres años, ha vivido unas elecciones generales de por medio, dos recursos del PP ante el propio TC, el desencuentro entre los dos grandes partidos, varios parones sucesivos y hasta la sentencia del Estatut, murió como empezó: con polémica.

'Por fin lo hemos conseguido', celebró Javier Rojo al final del escrutinio

Quienes tantas zancadillas pusieron para la renovación, los conservadores, se llevaron su castigo en el pleno: sus dos candidatos al TC, Francisco José Hernando y Francisco Pérez de los Cobos, fueron los dos aspirantes que recibieron menos votos. Especialmente el primero, ex presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que sólo recabó 204 apoyos. Pérez de los Cobos, catedrático de Derecho del Trabajo, se quedó con 221 papeletas. Los dos magistrados propuestos por el PSOE –Adela Asúa (226 votos) y Luis Ignacio Ortega (223)– lideraron el escrutinio. Además, se registraron 14 votos en blanco y cinco nulos.

Antes del pleno, ya se contaba con la amonestación al PP por la animadversión que Hernando generaba en la izquierda, dada su oposición a las leyes sociales de la primera legislatura socialista y al mismo Estatut. Los cuatro senadores de ERC tacharon a los aspirantes del PP y sumaron a su papeleta los nombres de los dos candidatos propuestos por el Parlament, Encarna Roca y Antoni Rovira. Su voto se computó como nulo. Uno de los parlamentarios, Miquel Bofill, enseñó a las cámaras, justo después de acercarse a la urna, una octavilla con el mismo lema que llevaba escrito: 'Nosaltres decidim, som una nació' (Nosotros decidimos, somos una nación). Era el eslogan de la marcha contra el fallo del Estatut que recorrió Barcelona el pasado 10 de julio.

Fugas de voto

El proceso se encalló por el empeño del PP por aupar a López, ex portavoz del CGPJ

Jordi Guillot, de ICV –su compañero de IU, Joan Josep Nuet–, se ausentó apoyó sólo a Asúa y a Ortega, ya que los dos vocales del PP tienen 'poca visión autonómica'. Uno de ellos, Pérez de los Cobos, ni siquiera fue elegido por una asamblea regional. Lo sugirió el Grupo Popular para desbloquear la renovación, dado que su candidato estrella, Enrique López, ex portavoz del CGPJ e igualmente rechazado por el PSOE por su patente oposición al Gobierno, había sido vetado hasta en dos ocasiones por el Senado por no cumplir con los 15 años de ejercicio activo. Ayer también se conoció que el TC rechazó los recursos presentados por los parlamentos de Madrid y La Rioja con los que impugnaban el veto de la Cámara alta a López. 

Los seis senadores de CiU (faltó uno, Jordi Casas) optaron por el voto en blanco: no marcaron ninguno de los candidatos porque ninguno procedía de Catalunya. Lo mismo hicieron los cuatro parlamentarios de PNV y BNG, quejosos de que los dos grandes partidos 'no hubieran contado con los nacionalistas', según comentó al término del pleno el gallego Xosé Manuel Pérez Bouza. Los nueve representantes del PSC (no acudió Maite Arqué), en principio, apoyaron a los cuatro vocales, como hicieron PSOE, PP y Mixto. Aun así, los números no cuadran, lo que indica que hubo fugas en varias bandas. Y no se podrán conocer: el voto era por llamamiento, secreto y en urna.

Mayoría de siete a cinco

El Congreso ya ha abierto el plazo para relevar a otros cuatro jueces

Al concluir el escrutinio, ni siquiera hubo celebración entre las bancadas de PSOE y PP. Ni foto conjunta. La insólita demora en la renovación y la compleja negociación había provocado hartazgo. Porque hacía tres años que se había agotado el mandato de cuatro magistrados del TC: tres conservadores (Guillermo Jiménez, vicepresidente; Vicente Conde y Jorge Rodríguez-Zapata) y una progresista, la presidenta, María Emilia Casas.

La tardanza del Senado en nombrar a sus candidatos por el bloqueo del PP y su pretensión de preservar la candidatura de Enrique López hasta el último minuto ha hecho que se solape su renovación con la del Congreso, que el presidente de la Cámara, José Bono, abrió anteayer. En principio, el Gobierno hacía pactado con el Govern de José Montilla designar a Eliseo Aja, presidente del Consell de Garanties Estatutàries el homólogo catalán del TC, pero la victoria de CiU el 28-N varía la arena de juego. En todo caso, una vez concluya el proceso, el TC tendrá una mayoría de siete a cinco a favor de los progresistas.

Los magistrados que ayer votó la Cámara Alta permanecerán en su cargo seis años, y no nueve, precisamente por ese enorme retraso. De hecho, para respetar la renovación por tercios que prevé la Carta Magna, PSOE y PP promovieron un cambio exprés de la Ley Orgánica del TC.

Una única mujer en este relevo: Adela Asúa

Adela Asúa Batarrita (Bilbao, 1948) será la única mujer que se incorpore en esta renovación. Fue elegida por el Parlamento de Vitoria con los votos de PNV y PSE y ayer fue la candidata que concitó más apoyos en la Cámara alta: 226. La carrera de Asúa se ha centrado en la docencia, aunque también ejerció tres años de magistrada suplente en la Audiencia de Vizcaya. Logró la cátedra de Derecho Penal en la Universidad del País Vasco en 1994. Fue muy crítica con la Ley de Partidos, impulsada en 2002 por el PP y el PSOE.


Ortega, hombre de confianza del PSOE

 Catedrático de lo Contencioso-Administrativo, Luis Ignacio Ortega fue propuesto por las Cortes manchegas y es, de los dos vocales del PSOE, el que tiene más perfil político. Entró en 1982 en la asesoría de Felipe González, y en 1983 ocupó la Dirección General de Asuntos Institucionales de la Presidencia del Gobierno. En 1987, se marchó a fundar la Universidad de Castilla-La Mancha. En 2005, fue uno de los expertos que redactó el borrador del Estatuto. El Senado le colocó ayer en la segunda plaza: 223 papeletas.

Pérez de los Cobos, la llave del desbloqueo

Cuando el PP renunció a Enrique López, presentó a Francisco Pérez de los Cobos como su alternativa, y logró desencallar la renovación. Pérez de los Cobos (Murcia, 1962) es catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense y director del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Ha redactado dictámenes para diversas instituciones. Fue elegido en 1996 por José María Aznar como experto del Consejo Económico y Social, y allí se quedó hasta 2005. Ayer recibió 221 papeletas. 

Francisco José Hernando, el tándem de López en el CGPJ

Cuando el PP renunció a Enrique López, presentó a Francisco Pérez de los Cobos como su alternativa, y logró desencallar la renovación. Pérez de los Cobos (Murcia, 1962) es catedrático de Derecho del Trabajo en la Complutense y director del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Ha redactado dictámenes para diversas instituciones. Fue elegido en 1996 por Aznar como experto del Consejo Económico y Social, y allí se quedó hasta 2005. Ayer recibió 221 papeletas.

Francisco José Hernando, el tándem de López en el CGPJ

El PSOE pudo deshacerse en el Senado de Enrique López gracias a que la Mesa puso trabas a su nombramiento. Pero sabía que tenía que aceptar a Francisco José Hernando (Madrid, 1936), el ex presidente del Supremo y del CGPJ (2001-2008) que también se opuso a la obra legislativa más social del Gobierno, como la ley de matrimonios gays, y por eso será el vocal más fácil de recusar. Hernando ingresó en el TS desde la abogacía, y pasó primero a la Sala Militar y después a la de lo Contencioso. Ayer recibió sólo 204 votos.

 

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