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Los socialistas celebran el final de 75 años de terror en Euskadi

El PSE recuerda que el País Vasco ha sufrido la dictadura de Franco y la violencia de ETA. 'Les hemos quitado las bombas y ahora tenemos que quitarles los votos', advierte Rubalcaba a los asistentes al mitin de Donostia

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IÑIGO ADURIZ

Con emoción y lágrimas. Así celebraron los socialistas vascos el que consideraron el 'primer mitin en libertad' tras 75 años de terror en Euskadi. Tal y como recordó el exalcalde de Donostia, Odón Elorza, desde 1936 los vascos han tenido que sufrir en sus carnes la dictadura de Franco, primero, y la violencia terrorista de ETA, después. Todo terminó el jueves, cuando la organización armada hizo público un comunicado en el que anunció el 'cese definitivo' de su actividad violenta.

La importancia del acto celebrado ayer en el Kursaal de Donostia era, por tanto, histórica. Hasta allí se desplazaron el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, todos los miembros del Gobierno vasco y una destacada representación de víctimas de ETA. El recuerdo a todas ellas fue constante y ninguno de los intervinientes pudo contener las lágrimas al mencionarlas.

La emoción superó a Rubalcaba cuando descendió por las escaleras del auditorio y se reencontró con las viudas de Froilán Elespe o Isaías Carrasco asesinados por ETA, o cuando saludó al periodista Gorka Landaburu o al librero José Ramón Recalde, que sobrevivieron a sendos atentados. El llanto contenido obligó al lehendakari, Patxi López, a interrumpir su discurso en un par de ocasiones.

El primero en intervenir fue Odón Elorza. El que fuera alcalde de Donostia hasta el pasado 22 de marzo que compareció con un fular blanco obsequiado por el Dalai Lama y que el exalcalde donostiarra prometió estrenar cuando llegara la paz a Euskadi,comenzó haciendo 'autocrítica'. Se arrepintió de 'no haber sabido dar la misma importancia a los asesinados con uniforme, que a los compañeros de partido asesinados'. Y por 'no haber dado la misma importancia a los asesinatos de los GAL' que a los de ETA.

Elorza emplazó a los terroristas a hacer esa misma reflexión. 'Que reconozcan el daño que han hecho a las víctimas y que les hagan un mínimo gesto de reconocimiento', requirió. ETA, en su opinión, 'no ha dejado las armas por convicción democrática. Las ha dejado por debilidad, por la lucha constante del Estado de Derecho'.

Patxi López defendió esta misma idea. El lehendakari advirtió que la paz no se debe a la decisión de los terroristas, sino 'al conjunto de luchadores por la democracia y por la paz' en Euskadi. Mencionó a unos pocos: Gema González, Enrique Casas, Juan Mari Jáuregui, Froilán Elespe, Joseba Pagazaurtundua, Ernest Lluch o Isaías Carrasco, entre otros. Son, según el lehendakari, 'pétalos arrancados a la rosa socialista'. Son, en su opinión, 'los héroes de Euskadi'.

Pese al anuncio de la banda, López remarcó que los socialistas vascos 'no le deben nada a ETA'. 'Nada les vamos a pagar. Ni a ellos ni a los que hasta hace dos días han apoyado los postulados totalitarios de ETA', insistió, cerrando la puerta a cualquier concesión política una vez concluida la violencia.

Esto no significa que los socialistas traten ahora de tomar la revancha. 'El terror y la amenaza no nos han convertido en inhumanos. No han conseguido que el odio y la revancha formen parte de nuestra razón de ser', recalcó López. Y lanzó una advertencia a los firmantes de la conferencia de Aiete, al decirles que la paz llegó 'cuando los ciudadanos dijeron: ¡Basta!'.

Ahora, dijo, ya han quedado atrás la discrepancias internas. El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, que han discrepado sobre las negociaciones con los terroristas, fueron de hecho quienes más aplausos y ovaciones recibieron por los socialistas donostiarras. Y es que López aseguró que los socialistas son 'una sola voz y una sola voluntad para crear futuro'.

En el camino hacia la paz, el lehendakari destacó la labor del presidente del Gobierno. En su opinión, José Luis Rodríguez Zapatero 'entendió desde el primer minuto lo que necesita Euskadi y arriesgó. Es un presidente valiente, que siempre ha estado donde tenía que estar, a la altura de las circunstancias, pese a los ataques de la derecha'. También agradeció el trabajo de Rubalcaba y pidió el voto para él el 20-N, porque 'para Euskadi no es lo mismo Rubalcaba que Rajoy'.

El candidato socialista destacó, por su parte, que esos comicios serán 'las primeras elecciones libres en Euskadi', aunque lamentó que el fin de la violencia haya llegado 'muy tarde'. El anuncio de ETA supone, para él, el triunfo de 'todos', sobre todo del pueblo vasco, pero también 'de la Policía'. El exministro del Interior se confesó 'triste' por las víctimas que se han ido y 'alegre' por las que no serán.

Rubalcaba quiso matizar que la lucha antiterrorista no se ha dirigido 'a perseguir las ideas' en Euskadi. 'Hemos perseguido a terroristas y a los que apoyaban a los terroristas, no hemos perseguido las ideas de los independentistas radicales', insistió. 'Les hemos quitado las bombas y a partir de hoy tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia. La democracia que hemos traído nosotros'.

Emocionado, el candidato socialista se dirigió al auditorio con satisfacción. 'No veo a nadie que tenga que mirar tras este acto debajo del coche, o que tenga mirar hacia atrás', celebró. Además de la 'pluralidad' de la ciudadanía vasca que, dijo, 'ahora podrán convivir con más libertad', Rubalcaba destacó el 'heroísmo inteligente' de los socialistas vascos, por saber 'aguantar y buscar salidas' durante tantos años de violencia terrorista. En el avión que le llevó hasta Donostia confesó haber sentido 'felicidad' porque 'ya no hay mas malignos preparando bombas en el maravilloso verde de Euskadi'.

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