Este artículo se publicó hace 12 años.
Spanair anunció dos nuevas rutas el día antes del cierre
La empresa informó al área de ventas de que abría conexiones con Moscú y Beirut
Visiblemente afectados y muy sorprendidos. Así continuaban ayer algunos de los trabajadores de Spanair que tenían la difícil tarea de continuar atendiendo al público en las ventanillas de los aeropuertos. "La empresa no nos ha dado información en ningún momento y ni siquiera teníamos indicios de que esto pudiera ocurrir", lamentó uno de ellos en Barajas.
De hecho, la aerolínea catalana tenía previsto estrenar dos destinos más este verano. El jueves pasado, un día antes de que la compañía anunciara el cese de actividad, el departamento de planificación envió un correo a los empleados del área de ventas anunciando la próxima apertura de dos nuevas rutas: Barcelona-Moscú y Barcelona-Beirut. Ambas tenían que empezar a operar a partir del 24 de abril y el 5 de mayo, respectivamente.
"Vendí billetes hasta las seis de la tarde del viernes", lamenta un empleado
Además, según fuentes de la compañía, varios pilotos estuvieron recientemente recibiendo formación en EEUU. Otros empleados también acudieron la semana pasada a un curso en Palma de Mallorca. Por eso la sorpresa fue aún mayor para la plantilla.
El futuro de la compañía aún no está determinado, aunque los sindicatos mayoritarios del sector prevén que Spanair presente hoy el concurso de acreedores, informa Efe.
Por su parte, el portavoz del gobierno de la Generalitat, Francesc Homs, dejó ayer en manos de la empresa toda la responsabilidad sobre su futuro. "Es una compañía que responde a sus intereses y su futuro dependerá de ellos", sentenció.
La Generalitat responsabiliza a la compañía de su propio futuro
Mientras, los trabajadores recibieron parte de sus nóminas de enero: mil euros. Según les comunicó el departamento de Recursos Humanos, "la empresa está trabajando para abonar el resto lo más pronto posible", pero, a pesar de la promesa, los empleados han organizado una asamblea hoy en el aeropuerto madrileño.
Impotencia y vergüenza"¿Sabes la vergüenza y la impotencia que siento?", se desahogó ayer un trabajador. "El viernes estuve vendiendo billetes hasta las 18.00 h, hora en la que me enteré de la noticia, y ahora no puedo dar soluciones a los afectados", se quejó. "En estos tres días he vivido los momentos más duros dentro de esta empresa", añadió.
"Nosotros seguimos atendiendo a los clientes, pero sólo podemos transmitir la información que nos da la compañía, no sabemos si se va a cumplir", explicó ayer en Barajas Paula, de Newco (empresa de asistencia cuya actividad depende, en parte, de Spanair).
Las prisas por llegar a tiempo al puesto de trabajo y los problemas económicos para pagar otro billete son las causas de las principales quejas de los viajeros. El número de reclamaciones ascendía ayer a más de 2.000. Los principales aeropuertos continuaban recibiendo el goteo de formularios.
Aunque la Generalitat llegó el viernes a un acuerdo con Air Europa, Vueling e Iberia para que los afectados de Spanair tuvieran una tarifa especial en esas compañías (entre 60 y 100 euros), algunos viajeros denunciaron que no han tenido acceso a las mismas. "¿Tarifas de rescate? ¡Me río yo de las tarifas de rescate!", ironizó ayer Laura, que pagó 150 euros para recolocarse en un vuelo a Bilbao. "A mí me pedían 400 euros por volar mañana a Palma, aunque al final lo he conseguido por 280", detalló también una mujer alemana. Otra pareja serbia que se dirigía a Belgrado también se quejó: "Hemos viajado por todo el mundo y es la primera vez que nos pasa algo así: hemos tenido que pagar otros 800 euros".
Además, muchos, como Abdul que ayer llevaba ya dos noches durmiendo en el aeropuerto y Jacqueline que se quedó "tirada" con su hijo de 10 años en su intercambio entre Colombia y Palma de Mallorca, ni siquiera pueden pagar el precio reducido.
Algunos pasajeros se mostraron comprensivos con la situación de los 2.000 trabajadores de Spanair que se han quedado en el paro. "Para los clientes es un incordio, pero los más afectados son ellos", opinaron Nuria y Paula, dos jóvenes que se quedaron sin su billete a Gambia. Otros, en cambio, se dejaron llevar por los nervios. "¿Me piden educación? ¡Esto es un robo, deberían pagarnos otro billete porque mañana [por hoy] tenemos que estar en Palma para ir a trabajar!", exclamaron Isabel y David en Barajas.
Paco, trabajador de Spanair, ayer acudió a Barajas a informarse como cliente: acababa de perder su billete para ir de vacaciones a Cuba. "No me devuelven el dinero y, encima, me voy al paro", concluyó.
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