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El Supremo envía cuatro años a prisión al ex alcalde de Andratx

Eugenio Hidalgo tendrá que demoler el chalet ilegal que se construyó en una zona protegida

M. Á. M.

El ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo (PP) ingresó ayer en prisión después de que el Tribunal Supremo confirmase la condena a cuatro años de cárcel que le fue impuesta por la construcción irregular de un chalet pasa su uso privado en un espacio protegido.

La sentencia, que confirma la pena dictada por la Audiencia de Mallorca, condena a Hidalgo a un año de cárcel como inductor de un delito de prevaricación administrativa y a tres años de prisión como autor de un delito contra la ordenación del territorio.

Además, el fallo impone al ex alcalde una multa de 60.000 euros y le ordena costear la demolición de la vivienda unifamiliar que se construyó en una zona de interés paisajístico habilitada únicamente como suelo rústico.

Hidalgo prevaricó y cometió un delito contra la ordenación del territorio 

La sentencia del Supremo rechaza el recurso de Hidalgo y de otros dos condenados por la misma causa, el ex director general de Ordenación del Territorio Jaume Massot y el ex letrado municipal de Andratx, Ignacio Mir, sentenciados a tres años y medio y a un año de prisión, respectivamente.

Una vez notificada la sentencia, Hidalgo y Massot ingresaron ayer, poco antes de las tres de la tarde, en el Centro Penitenciario de Palma para comenzar a cumplir su condena. Mir evitó la cárceñ al no superar su condena los dos años y no contar con antecedentes penales, informa desde Mallorca Nuria Felip.

El fallo del Supremo rebate uno por uno los argumentos defendidos por Hidalgo para justificar el recurso con el que trató de evitar la prisión. Con especial contundencia, el Tribunal replica una de las principales razones aducidas por el ex alcalde, según el cual 'su conducta no merece reproche penal' al ser constitutiva, según sostiene, de una simple infracción administrativa.

El tribunal justifica la acción penal contra la destrucción del paisaje

Nada más lejos del criterio del Supremo. Con un carácter ejemplarizante, la Sala de lo Penal sostiene que 'la desastrosa situación que, a pesar de la normativa legal y administrativa, se ha llegado en España respecto a la ordenación del territorio, incluida la destrucción paisajista, justifica que, ante la inoperancia de la disciplina administrativa, se acuda al Derecho Penal' como último argumento.

El Supremo describe que el alcalde actuó 'sirviéndose en su propio interés del cargo que los ciudadanos le habían encomendado, en vez de servir a él'. Estos elementos constituyen, según el la sentencia, una circunstancia agravante que encarece la condena impuesta al ex alcalde de PP, a quien reprocha su 'continuado e insistente desprecio por la legalidad'.

La sentencia considera probado que Hidalgo adquirió en 2002 una parcela agrícola para construirse un chalet, 'pese a que tenía pleno conocimiento' de que se hallaba en suelo rústico. Con la complicidad de los otros acusados, el ex alcalde levantó una vivienda enmascarada bajo la forma de una caseta para aperos de labranza que acabó teniendo sala de estar, comedor, cocina, baño, dormitorios, e instalación eléctrica, de telefonía y televisión y dos parabólicas.

Descubierto el fraude, Hidalgo trató de disimular su delito ocultando las tomas de luz y televisión bajo una jaula de pollos, según relata la sentencia, o llenando su chalet de sacos de pienso para sugerir un uso distinto al habitual. Su esfuerzo fue en vano. Destapado el delito, fue condenado en mayo de 2008 a la sentencia que ayer le llevó a prisión por orden del Supremo.

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