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Los talibanes movilizaron la zona bajo control español

El atentado y los ataques a las dos bases de Qala i Naw fueron simultáneos. Los insurgentes usan la revuelta para alentar a la población contra la ocupación extranjera. Repatriados los cadáveres de los tres españoles

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La ciudad afgana de Qala i Naw vivió el miércoles un auténtico caos del que ahora comienzan a conocerse los detalles. Los disturbios registrados tras el atentado que acabó con la vida de tres españoles tuvieron lugar en varios puntos de la ciudad y no únicamente en los alrededores de la antigua base española General Urrutia, donde se produjo la matanza.

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Fuentes del Ministerio de Defensa insistieron en que "el objetivo" de los insurgentes que organizaron el atentado y la posterior revuelta popular era "provocar el enfrentamiento entre la población y las tropas españolas". Para ello, no sólo convocaron a vecinos de Qala i Naw sino que también movilizaron a habitantes de otras localidades cercanas a la capital de Badghis, apuntaron las mismas fuentes.

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Desde Defensa explicaron que la multitud no sólo intentó asaltar la antigua sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghís, sino que también se produjeron daños en otros edificios públicos de la capital de dicha provincia, como una comisaría de policía. Finalmente, fue la policía afgana la que controló la situación.

El Gobierno apuntó que la proliferación de esos incidentes en los distintos barrios de Qala i Naw, y "los escasísimos segundos" que transcurrieron desde que el talibán infiltrado en la policía afgana acabó con la vida de José María Galera, Abraham Leoncio Bravo y Ataollah Taefik Alili, y hasta que se iniciaron los disturbios, "ratifican" la hipótesis de que ambos sucesos estaban "relacionados" y eran "premeditados".

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Las primeras conclusiones de la investigación iniciada por el Ministerio de Defensa para esclarecer lo ocurrido apuntan, asimismo, a que los disparos que efectuó la policía afgana para dispersar a los asaltantes y que, según varias agencias, provocaron al menos 18 heridos, "no se produjeron cerca de la antigua base, sino en otros puntos de la ciudad alejados" a la General Urrutia.

El departamento que dirige Carme Chacón, además, está revisando las bases de datos de alumnos y personal en las bases militares para detectar más posibles casos de infiltrados, informa Ep.

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Los talibanes han aprovechado además el atentado para alentar la oposición de la población contra la presencia de tropas internacionales. En una información publicada en la web alemarah-iea.com, de la organización radical Emirato Islámico en Afganistán, se justifica el ataque de la turba contra la base y se da una versión de los hechos al gusto de los talibán. "Ayer, grupos de manifestantes indignados atacaron la sede de los ocupantes españoles -dice la noticia-, donde un soldado afgano (Ghlam Sakhi) había disparado a los ocupantes españoles mientras realizaban ejercicios militares. Como consecuencia, cuatro soldados ocupantes y un traductor fueron asesinados y el soldado afgano también murió a causa del disparo efectuado por los ocupantes. Al mismo tiempo, los ocupantes dispararon a la gente inocente, en la cercanía de la zona, dejando heridos a muchos civiles".

La información añade que "como reacción a este crimen, unos mil manifestantes atacaron la base de los ocupantes y le prendieron fuego". En otro momento, el diario digital señala que el talibán infiltrado trabajaba en la base desde hacía dos años y que "hacía unos meses había contactado con los muyahidines, mostrando su voluntad de venganza".

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Pese a los hechos del miércoles, el gobernador de Badghis, Delbar Jan Aman, insistió ayer a través de un comunicado en que los ciudadanos "aprecian" a las tropas, y quiso dejar claro que "el orden ha vuelto" a Qala i Naw. "Los talibanes están activos en algunos puntos de Badghis. Parece que estaba planeado", aseguró. Aman lamentó que su policía no estuviera en condiciones de "evitar algo inesperado", y precisó que las tropas españolas son "bastante populares" en la ciudad de Qala i Naw y están haciendo "un muy buen trabajo".

Entre tanto, la capital de Badghís despidió en la madrugada de ayer a los dos guardias civiles y al intérprete hispano iraní asesinados el miércoles, que fueron trasladados hasta Madrid en un avión de la Fuerza Aérea Española en el que también viajaban el director de la Guardia Civil y de la Policía, Francisco Javier Velázquez, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez.

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Obama destaca la labor de las tropas españolas en Afganistán

La aeronave con los restos mortales de los tres españoles tomó tierra sobre las 11 de la mañana de ayer en la base militar de Torrejón donde esperaban las autoridades y los familiares de los fallecidos. A pie de pista estaban, entre otros, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder del PP, Mariano Rajoy o los ministros de Defensa e Interior, Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba, respectivamente. Esta vez no sólo había un sacerdote católico para recibir restos mortales de militares fallecidos en las misiones en el exterior. El máximo representante de la comunidad bahaí en España rezó también un sermón ante los féretros, ya que el intérprete asesinado, de origen iraní y nacionalizado español, profesaba esta religión. Es la primera vez que un representante de una confesión no católica participa en unos honores militares.

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Tras el protocolo habitual en el aeropuerto, los cuerpos de Galera, Bravo y Taefik fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense donde les fue practicada la autopsia, tal y como lo requirió el miércoles el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que ha abierto una investigación sobre el ataque. A continuación, los cadáveres de los guardias civiles viajaron hasta Logroño donde tuvo lugar un funeral de Estado católico en su honor. El cuerpo del intérprete hispano iraní fue trasladado hasta Zaragoza, ciudad en la que vivía desde hace 30 años.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo llegar a José Luis Rodríguez Zapatero su agradecimiento por la presencia de España en Afganistán y por el "esfuerzo" y la "labor" que desempeñan las tropas españolas en el país asiático. Obama no habló personalmente con el jefe del Ejecutivo, sino que hizo llegar este mensaje a través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer, quien transmitió las condolencias y la solidaridad de Obama por el fallecimiento de los dos guardias civiles y el intérprete.

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