"Tendremos que golpear al estado francés, no faltan los motivos"

"Tendremos que golpear al estado francés, no faltan los motivos". Así se pronunció un miembro de ETA en el debate interno desarrollado en el seno de la organización terrorista durante los dos años posteriores a la ruptura de la tregua del año 2006. La banda, finalmente, decidió "no abrir una dinámica armada directa de enfrentamiento con el Estado francés".

La mayoría de las opiniones emitidas en ese debate eran contrarias o tenían dudas acerca de la conveniencia de atentar contra Francia y eran más cautas que la propuesta que había presentado la dirección de ETA en la que se afirmaba que la "lucha armada" debe ser nacional, es decir, que debe abarcar a todo el territorio de Euskal Herria en lugar de limitarse sólo a la parte española. La ponencia oficial de la cúpula de la banda afirmaba que había que "golpear" a "los dos Estados enemigos", España y Francia.

La banda decidió "no abrir una dinámica armada directa" con el país galo

Esa postura, sin embargo, se frenó por las opiniones de muchos miembros de la organización terrorista que veían más inconvenientes que ventajas en dar ese paso. Sin embargo, en el debate se puso de manifiesto la existencia de sectores claramente partidarios actuar en territorio francés en condiciones parecidas a las de España.

"Para ser pedagógicos no tenemos porqué empezar poco a poco", señalaba uno de los partidarios de atentar en Francia. "Yo aprovecharía la posibilidad y daría un buen golpe, el más duro que jamás hayamos cometido", aseguraba.

Otro etarra proponía comenzar atentando contra "algo que simbolice al propio estado" francés. Ese mismo etarra defendía atentar a la vez "en París y en Euskal Herria" por un lado "contra algo que pueda ser representativo del poder del Estado francés (en París por ejemplo) y por otro lado contra algo que pueda ser represntativo de la opresión con respecto a Euskal Herria (en Euskal Herria. Puede ser una infrastructura del estado, la casa de (la ministra) Alliot Marie, los txakurras (policías) que la protegen)".

La mayoría de los que se pronunciaron en el debate consideraron que ETA "no debía meterse en aventuras" de atentar en Francia porque "más que beneficios" ese paso acarrearía "un daño mayor".

Otros mantenían una posición intermedia, no eran partidarios de " una actividad permanente" en Francia, pero no excluían "que en función de coyunturas concretas se realicen acciones puntuales y muy medidas".