Este artículo se publicó hace 17 años.
Los transexuales claman para no ser tomados como enfermos
Aún deben diagnosticarles "disforia de género" para cambiar de sexo
Los colectivos transexuales se han movilizado este fin de semana para que su identidad sexual deje de ser considerada una patología psiquiátrica. Ayer se manifestaron en Barcelona y en Madrid. El sábado lo hicieron en París.
Unas 300 personas, entre transexuales y miembros de diversos colectivos sociales que les dan apoyo, se congregaron en la plaza Universitat de la capital catalana convocados por Activistes Independents y Guerrilla Travolaka. Aseguraban que era la primera manifestación de este colectivo para exigir el derecho a que su sexualidad sea reconocida sin trabas.
La ley de identidad de género vigente en España obliga a presentar un diagnóstico de "disforia de género" expedido por un psiquiatra para formalizar oficialmente el cambio de sexo. Es necesario, además, llevar al menos dos años sometido a tratamiento hormonal para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado.
Una ley reciente
La norma se aprobó el pasado 1 de marzo en el Congreso y representó un avance puesto que, hasta ese momento, era necesaria una demanda y posterior sentencia judicial para reasignar sexo. La ley prosperó con el apoyo de todos los grupos excepto el PP pese a que los conservadores la habían apoyado en el trámite del Senado.
Pero para estos colectivos no es suficiente. Marina Cul-lell se quejaba de los procesos de "psiquiatrización" de la opción sexual de estas personas, que vienen determinados por los manuales de la Organización Mundial de la Salud y su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) por los que se rige España.
Los colectivos convocantes de las manifestaciones exigían también cambios en los documentos oficiales, que obligan (como en el caso del DNI) a definir un género. "Los órganos genitales no lo marcan todo", afirmaba Cullell antes de empezar la marcha barcelonesa contra la disforia de género.
Otro portavoz del colectivo, Miquel Missé, se quejaba de que se les trate como "enfermos" pese a que la nueva ley ha mejorado su situación y sostenía que no es "competencia del Estado" decidir sobre el sexo de las personas. Es, según él, una decisión personal que las administraciones tienen que facilitar y no dificultar.
Según explicó el colectivo transexual es mucho más invisible que el de los gays. Pese a todo se mostraron decididos a seguir con las movilizaciones (la de ayer en Barcelona llevaba por lema Diagnosticar la disforia de género es transfobia) y a exigir a los políticos "un posicionamento público" sobre sus demandas.
Revisión de la clasificación
Las movilizaciones del colectivo, que buscan una amplia implicación social, coinciden con la revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, que hasta 1990 consideró como tal la homosexualidad.
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