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¿Trasvase ? No, captación temporal

La Generalitat usa un giro semántico para definir el plan 

D.M./G.A.

El conseller Francesc Baltasar, de ICV-EUiA, tiene un problema semántico. No quiere llamar trasvase a lo que no tiene alternativa en los diccionarios. 'Tendríamos que buscar otra palabra para lo que queremos hacer con el Segre', ha declarado. La maniobra es una muestra más de la opacidad y el oscurantismo con que la Generalitat ha llevado este tema y donde evitar la palabra maldita ha sido, desde el primer día, la prioridad absoluta.

Todo empezó hace tres semanas cuando Domingo Bertran, propietario de un prado cercano al río Segre en la localidad de Prats i Sansor, vio a unos operarios clavando unas estacas topográficas en su terreno. Como los trabajadores no le supieron dar razón alguna se fue al alcalde, Jordi Carbonell, que le confirmó que nadie había presentado ningún proyecto. Así las cosas, la noticia llegó hasta la sesión del Parlament de día 12, donde tanto José Montilla como Baltasar negaron que se estuviera preparando trasvase alguno, aunque el president admitió que 'si falta agua potable porque no llueve, la traeremos de allí donde haya'.

Baltasar explicó por fin el día 25 lo que era un secreto a voces: sí, se estaba preparando una 'captación temporal' de agua del Segre. Una tubería pasaría por una galería del túnel del Cadí, pero se desmontaría cuando entrase en funcionamiento la desaladora de El Prat en 2009. La medida entraría en funcionamiento en el mes de octubre si persistía la sequía, así que sólo duraría unos nueve meses. 'No aceptamos que se hable de trasvase', remachó Baltasar. Agricultores, ecologistas, CiU y también cuadros de ICV se lanzaron a la yugular del conseller, ya que la medida se había adoptado sin ningún diálogo con el territorio. Ni siquiera con el Gobierno central que debe dar conformidad. Incluso el conseller de Agricultura, Joaquim Llena (PSC), no dudó en desmarcarse. La guinda del pastel fue la oposición de la vicepresidenta De la Vega a todo trasvase.

Montilla plantó cara el sábado, en el Consejo Nacional del PSC: 'No permitiremos cinco millones personas sin agua de boca'. Inmediatamente, los consellers de ERC y PSC cambiaron a favor del trasvase. Ahora las miradas siguen puestas en él, del que depende un giro en Moncloa.

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