Este artículo se publicó hace 12 años.
Tres bebés dados por muertos entre 1977 y 1993 no están en su ataúd
Nuevos casos de niños robados en Euskadi
Al menos tres bebés que fueron dados a sus padres por muertos al nacer en varias clínicas y hospitales de Euskadi entre 1977 y 1993 no están en sus féretros. Los jueces han ordenado la apertura de tres tumbas donde se supone que fueron enterrados los recién nacidos sin que se hayan encontrado restos biológicos. La última exhumación judicial se produjo en Itxasondo (Gipuzkoa) el pasado lunes, sin que se encontrara nada en la tumba, según la asociación SOS Bebés Robados.
De las tres familias afectadas, dos han optado por el anonimato a la espera de que la investigación judicial evolucione. En el caso de los Losa Ocariz, el camino es el inverso. "Queremos que los medios de comunicación nos ayuden a encontrar a nuestra hermana Rebeca. Cualquier chica de 34 años que dude ser hija de sus padres, que acuda a hacerse la prueba de ADN", reclamó ayer Cecilia Losa, una de los diez hermanos de esta familia que siempre sospechó del octavo parto de su madre en 1977.
"Mi madre ingresó en la clínica privada Martín Santos, donde le retrasaron el parto. Ahí sospechó porque llegó a punto de parir. Al día siguiente tuvo a una niña y se la llevaron a la residencia Nuestra Señora de Aranzazu porque le dijeron que había nacido con poco peso. Mi padre fue a ver a la niña durante una semana y de repente nos comunicaron que había muerto por un problema en los pulmones", describió Cecilia gracias a los recuerdos de sus padres.
La madre de Cecilia, que ahora tiene 72 años, guardó siempre dudas sobre la muerte de su hija Rebeca, a la que enterraron, supuestamente, en el cementerio de Polloe, en San Sebastián. "El informe médico dice que murió de un problema en los pulmones, cuando mi madre le escuchó llorar a rabiar. Además, el documento dice que murió tres días después de nacer y mi padre acudió a la incubadora durante siete u ocho días", describe. Con el informe en la mano acudieron al juez el pasado mayo, al calor de los cientos de denuncias similares presentadas en Madrid.
Con esas pruebas, el juez ordenó la apertura del panteón familiar, donde han encontrado un ataúd vacío. "Mi madre ha sentido alivio porque ha sido una confirmación a sus sospechas. Ya no somos los familiares los que nos creemos la historia, sino que es un fiscal, un juez...", añade Cecilia. La familia ha denunciado a los facultativos firmantes del informe médico para que paguen por el supuesto delito o al menos ayuden a encontrar a Rebeca.
Delito "evidente"El fiscal superior de Justicia del País Vasco, Javier Calparsoro, no tiene dudas de que hay "un delito evidente", según declaró al Diario de Noticias de Navarra. La asociación SOS Bebés Robados ha presentado en Euskadi 200 denuncias. De ellas, un 15% han sido archivadas en un primer momento por falta de pruebas. Según la presidenta de la asociación, Flor Díaz, podrían producirse otras 12 exhumaciones, aunque otras fuentes aseguran que es un cálculo especulativo.
"A raíz de las exhumaciones, el teléfono no para de sonar. En las denuncias coinciden hospitales y médicos. La Policía judicial es la que puede actuar", denuncia la portavoz del colectivo en Araba, Leire Fernández de la Bastida.
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