Este artículo se publicó hace 14 años.
Uno de cada tres hogares no puede llegar a fin de mes
El 30,4% de las familias tiene dificultades para afrontar los gastos domésticos. Cuatro de cada diez no pueden cogerse ni una semana de vacaciones al año fuera de casa, según el INE
La lavadora de la familia Pacheco lleva cuatro meses rota y no hay dinero para repararla. La nevera se llena cuando algún pariente cercano les compra unas bolsas de alimentos. Al carnicero del barrio le deben 200 euros de carne. El radiador de la habitación de los niños ha pasado un año con un cubo debajo, para recoger las fugas de agua.
El hijo mayor, Jonatan, de 21 años, es el único miembro de la familia que trabaja. Su sueldo, que no alcanza los 700 euros, es el principal sustento con el que viven los cinco miembros en su casa de Parla (Madrid). "Nos da lo que puede", relata la madre, Susana, de 40 años. "Yo siento que estoy arrastrando a mi hijo", cabecea a su lado su marido, Rafa, de 43, con una pensión por incapacidad permanente.
El 36,7% de los españoles no tiene dinero para gastos imprevistos
La pareja y sus tres hijos (21, 15 y 3 años) forman parte del 30,4% de los hogares españoles que tiene dificultades para llegar a fin de mes. También del 36,7% del total (7,4 puntos más que hace dos años) que no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Y del 39,7% que no puede pagar una semana de vacaciones fuera de casa al año. Los datos forman parte de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2010, que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifran reflejan que la tasa de pobreza relativa (los ingresos inferiores a 7.845 euros anuales) alcanza ya al 20,8% de la población.
Para Rafa y Susana, los equilibrios para llegar a fin de mes se hacen imposibles. En la nevera, ayer había un cartón de huevos que les había dado una vecina, unas botellas de refrescos semivacías y un puñado de otros alimentos. De vez en cuando piden comida en Cáritas. Para sacar algo de dinero, han vendido libros y otras cosas de la casa por internet. El oro lo empeñaron hace tiempo.
Las facturas de la luz las acumulan durante tres meses hasta que la compañía amenaza con cortar el servicio. "Sólo entonces las pagamos", asegura Susana, cuya prestación mínima de 420 euros se acabará en diciembre. A diario, la mujer acude al ayuntamiento para rogar un puesto de trabajo. "En el ayuntamiento me contrataron tres meses para limpiar calles, pero no me renovaron porque dicen que hay mucha más gente en el paro. No tienen trabajo para todos", señala. "Puede que el mes que viene me coloquen de jardinera...", dice esperanzada.
Los Pacheco llevan cuatro meses sin poder arreglar la lavadora rota
La gran preocupación de Rafa y Susana es la hipoteca de la casa, de 1.200 euros mensuales. Hace un año la dejaron de pagar. "¡No podemos! ¡Es imposible!", se queja el marido que, desesperado, acudió un día a la sucursal de su caja de ahorros con las llaves y las escrituras de la casa. "Toma. Quédatela. ¡Ya no sé cómo conseguir el dinero!", espetó al director de la sede.
El INE señala que los retrasos en los pagos relacionados con la vivienda afectan ya al 7,7% de los hogares españoles. Este indicador ha subido de forma constante desde 2004, cuando se encontraba en el 4,7%. El gran repunte se ha producido también en los dos últimos años.
Mentiras para intimidar"Sólo queremos un puesto de trabajo para poder volver a empezar de cero"
El matrimonio encontró asesoramiento para su caso en la organización América España Solidaridad y Cooperación (AESCO), uno de los colectivos de referencia para los inmigrantes. Pero cada vez son más españoles los que acuden a sus oficinas. Su programa de ayuda para familias con problemas hipotecarios atendió en 2009 a 9.000 personas. "Algunos bancos amenazan a los españoles con llevarles a la cárcel y, a los inmigrantes, con dejarles sin papeles. Pero suelen ser mentiras para intimidar", explica Juan Pedro Rodríguez, coordinador de redes sociales y vecinales de la asociación.
"La situación de 2010 es más grave que la de hace dos años porque los que pidieron entonces prórrogas para sus hipotecas se han quedado ya sin paro o ayudas básicas", añade Rodríguez. En 2009, AESCO logró 1.900 acuerdos con los bancos por los cuales, a cambio de la entrega de la vivienda, se daba por cancelada la deuda familiar.
Susana y Rafa llevan 11 años pagando su hipoteca. Pese a ello, deben al banco 147.000 euros. Intentaron vender el piso a una inmobiliaria, pero sólo les ofrecieron 100.000 euros. "Los precios están por los suelos y nos están arrastrando con ellos", lamentan. En mayo, les llegó la denuncia del banco por impago y el caso está en los tribunales.
La tasa de pobreza relativa alcanza ya al 20,8% de la población
Pero la pareja defiende su dignidad. "Si nos echan, acudiré al ayuntamiento o me enteraré de dónde tiene el ministerio una casa vacía y entraré. No sé qué haré, pero no voy a permitir que mis hijos vivan en la calle", asegura Rafa.
"Ya hemos asumido que vamos a perder el piso. Todo lo que tenía lo he perdido, pero sólo queremos un puesto de trabajo para poder volver a empezar de cero", ruega Susana. "En mi vida lo he pasado mal y siempre he salido a flote, pero ahora me veo en un callejón sin salida", sentencia.
La crisis de la construcción"No permitiremos que nuestros hijos vivan en la calle", asegura la pareja
Hasta 2007, Rafa trabajaba como electricista autónomo. Y Jonatan empezó a trabajar con él. Les iba bien y Susana dejó su trabajo fijo como repartidora de correo para cuidar de su tercer hijo, Aitor, recién nacido. Pero con la crisis del ladrillo, los constructores dejaron de necesitar electricistas. Y la falta de demanda de profesionales derrumbó los precios: la instalación de tubos por 80 euros, se hace ahora por 40. La puesta de los hilos, de 100, sale por 60 euros.
Para colmo, las complicaciones de la operación de colon a la que se sometió Rafa el 19 de mayo de 2009 le han dejado incapacitado para trabajar. Hace dos días, cobró por primera vez su pensión. "Pero 382 euros no me dan para nada. Cobré el paro durante 19 meses y ahora ya sólo tengo la pensión", concluye.
Familias apretadas con muebles viejos49,3% no puede cambiar muebles
El 49,3% de los hogares españoles no puede "sustituir los muebles estropeados o viejos". Por nacionalidades, el índice de los españoles es del 48,2% y el de los europeos, del 58%. Entre los extranjeros del resto del mundo (latinoamericanos y marroquíes, en su mayoría), el porcentaje se dispara hasta el 77,4%.
12% carece de espacio
En el año 2009, el 12% de los españoles afirmó sufrir falta de espacio en su vivienda. En los municipios de más de 500.000 habitantes, la tasa era del 18,2%.
7,7% problemas hipotecarios
Uno de cada 13 españoles (7,7%) tiene retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal. El 32,3% de las casas tiene hipotecas pendientes.
Pensionistas en apurosCon motivo de la publicación de la Encuesta de Condiciones de Vida 2010, el Ministerio de Trabajo resaltó que la situación de pobreza relativa se ha concentrado en España en las familias con pensiones no contributivas y en pensionistas que por no disponer de vivienda en propiedad se ven obligados al pago de alquileres onerosos. En cambio, debido a la "importante" subida de las pensiones mínimas que se inició en 2005, y que ha rondado un aumento del 50% de media, hay otro grupo de jubilados que ya no está en el límite del umbral de pobreza (fijado en 7.845 euros al año). Esto significa que en los últimos años han salido de la penuria medio millón de españoles mayores de 65 años. La pobreza relativa de este grupo de edad se sitúa en una tasa del 13,2%, mientras que la del resto de la población es del 16,7%.
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